Con 100 años se mantiene este alimento como el rey de los desayunos para chicos y grandes

Era el año 1898 cuando una práctica errada dio como resultado final la hojuela que hoy el mundo entero desayuna. Sus creadores, los hermanos Will Keith Kellogg y John Harvey Kellogg, en Michigan, Estados Unidos, crearon los primeros copos de cereales por un olvido, al dejar el trigo hervido dentro del horno durante la noche, y al tostarlo de nuevo se asombraron de su descubrimiento. La receta inicial formaba parte de los desayunos en un centro sanatorio de “Adventistas del Séptimo Día”, religión que ellos practicaban, y así fue como de esta manera lograron una hojuela ligera y crujiente, así que sin pensarlo crearon la deliciosa y exitosa receta de “Corn Flakes de Kellogg’s”.

Cereal para el desayuno, de un error a un gran invento

 

En 1906 se convirtió en empresa formal y contrató a sus primeros 44 empleados, y le dieron puntualidad a la idea del fundador de crear desayunos saludables. Sin dejar de ser pionera en el año 1923, pasó a ser la número uno en la fabricación de alimentación que contrató a una especialista en nutrición. Mary Barber creó el Departamento de economía doméstica de Kellogg’s, y comenzó a definir los papeles que desempeñarían los diferentes alimentos en una dieta adecuada.

La vitamina D que este desayuno añadió a todos los cereales infantiles a partir del año 2011 lo colocó a la vanguardia y compromiso social, para ayudar a combatir el aumento de delgadez. En la actualidad se encuentran en 180 países del mundo llevando a nuestra mesa los mejores desayunos para que el inicio del día sea balanceado.

El desayuno, ¿la comida más importante del día?

Luego de muchas horas de pausa, el desayuno impulsa el metabolismo y vale para restablecer los minerales y vitaminas, que nuestro organismo ha gastado mientras dormíamos. Se dice también que consumir el desayuno merece brindarle al menos 15 minutos y que debe ser un tiempo de calma y relajación.

Confirmamos entonces que los cereales son una muy buena opción para desayunar, aportan energía y son muy ricos en múltiples vitaminas y minerales, sanos tanto para los adultos como para los niños. Ayudan a nivelar el nivel de azúcar en la sangre y también son apropiados para tratar problemas estomacales. Los podemos acompañar con leche de nuestra preferencia, mejor si es desnatada o también yogures, y si le añadimos una fruta es perfecto y riquísimo.

Con este conjunto de alimentos conseguimos cubrir necesidades básicas de nuestro organismo y además fomentamos una dieta saludable y equilibrada.

¿Qué debemos evitar?

Hay que evitar cereales que tengan colorantes o que estén enriquecidos con azúcar; son muy atractivos para los niños, pero no son recomendables. Los cereales acompañados de frutas desecadas por lo general tienen un alto contenido calórico, en este caso habrá que consumirlos con medida. Los cereales con chocolate o miel también suelen tener mucha cantidad de azúcares y habría que consumirlos con moderación. ¿Cuáles son tus favoritos?

Cereal para el desayuno, de un error a un gran invento