Las ideas son empujadas por la necesidad de un cambio drástico, un cambio que reclama el planeta con urgencia. De ahí han surgido elementos orgánicos, impactando positivamente en la moda para crear hilos, fibras, nuevas telas y textiles como:

Café molido: los restos de los granos al reciclar y mezclar con polímeros se convierten en hilos, compañías como Singtex de Taiwán, buscan que su propuesta sea utilizada para confeccionar piezas de vestir.

Plátano: ya con el plátano se hace carne vegana, pero esas hebras en su corteza semejan las del bambú con la ventaja que su resistencia y acabado lo superan, permitiendo elaborar telas y cuerdas. La empresa Green Banana Paper, ofrece carteras y papel con el tejido celular de esta fruta.

El mundo textil apunta a lo orgánico con urgencia

Cáñamo (cannabis): ya utilizado desde hace mucho tiempo, China se ubica entre los países que más lo usa, es una fibra con cualidades además benéficas, con resistencia, durabilidad, ventilada y antibacteriana.

Hongos: a partir del hongo se logra tejido sintético similar al cuero, incluso con más durabilidad. En India se desarrollan estos componentes para la elaboración de calzados y bolsos, con una superficie de mármol aterciopelado, y efecto aislante.

Bambú: este material obtenido de la planta natural, es biodegradable, sostenible, de rápido crecimiento, sumamente ecológico, suave, absorbente, de fácil lavado y transpirable, con propiedades antibacterianas lo que beneficia a las pieles sensibles.

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Ortiga: fibra para textiles de buena longitud, flexibilidad y resistencia que permite la confección de piezas para el verano e invierno.

Piña: alternativa al cuero, sus hojas fuertes, flexibles, suaves y transpirables. Ananas Anam, de Londres, desarrolló diseños de productos con responsabilidad, y se conoce como Piñatex.

Lino: tejido ecológico y natural hecho de las fibras de la planta del mismo nombre. Es durable si lo comparamos con otras fibras, resistente a plagas cuando es árbol y como tela, ya que es fungicida, alta absorción de tintas que lo hacen muy versátil.

Loto: con esta hermosa y simbólica flor se obtiene un producto que se parece a la seda y el lino, resistente a manchas y totalmente transpirable. La compañía Hero’s fashion, en India, elabora y comercializa camisas con esta fibra.

Tencel: celulosa natural y biodegradable obtenida de la pulpa de madera. Es orgánico y abundante en la tierra, constituyendo un insumo renovable y respetuoso del medio ambiente. Absorbe la humedad de acuerdo a la necesidad, además es cómodo, suave e ideal para pieles sensibles; es duradero, de fácil mantenimiento, lavable y listo.

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Tejido de leche: es un tejido ecológico con más de 15 tipos de aminoácidos diferentes que nutren la piel, a partir de la leche podrida, de aspecto brillante, suave, similar al de la seda de morera. Puede utilizarse como tejido de leche o combinado con cachemir, seda, algodón, lana o ramio para confeccionar tejidos compuestos. Contribuye a la preservación de la piel y evita la aparición de eccemas. Recomendable en caso de piel atópica, es manejable y agradable al tacto.

 

Nopal: Cactus Leather, ideada por mexicanos, es la marca que confecciona mochilas, bolsas, carteras y zapatos a partir del nopal e intentan expandirlo hacía el uso aeronáutico y automotriz.

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