El aceite de argán, extraído de las semillas maduras de la baya del árbol Argania spinosa, es una especie endémica en el suroeste de Marruecos. Es un árbol que retiene mucha humedad ambiental y es capaz de devolver parte de ésta al suelo, contribuye a evitar la desertización en épocas de sequía, su follaje y fruto lo comen las cabras y su madera es usada como combustible.

Los bosques de argania spinosa se extienden en una superficie superior a 8000 km², y constituyen un biotopo de importancia económica y ecológica para Marruecos. En 1998 fue designado como Reserva de la Biósfera por la UNESCO. Actualmente se hacen esfuerzos para que su explotación sea sostenible, sin que exista riesgo de seguir disminuyendo.

El oro de Marruecos, ¿ya lo conoces?

Foto: Árbol de Argán

Despertar de la mujer

En una sociedad dominada por el hombre, el aceite de argán trajo la posibilidad de brindar a la mujer una forma de tener ingresos y sustento. Cuando Zoubida Charrouf, activista y profesora de Química en la Universidad de Mohammed V de Rabat, observó las manos de estas mujeres que lo preparaban, y se dedicó a investigar más sobre el aceite del pueblo berebere.

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El aceite no es sometido a procesos de refinado, se consume desde hace siglos por este pueblo como alimento y de uso cosmético, incluso sustituye la leche para los bebés; se calcula con una ingesta diaria de 25% de su dieta. Con el té, el aceite se ofrece acompañado de miel como gesto de amabilidad.

Tiene altos grados de ácido linoleico y oleico, rico en polifenoles y tocofenoles, que aportan el efecto antioxidante, además tiene esteroles, carotenoides, xantofilas y escualeno, así como CoQ10, y un alto contenido de Omega 9 y Omega 6.

El oro de Marruecos, ¿ya lo conoces?

Se puede usar en la cocina, en dietas específicas para psoriasis, enfermedades cardiovasculares y colesterol. En cuanto a la cosmética, sus múltiples aplicaciones van desde la jabonería y cremas, hasta el cuidado de cabello y uñas. Agregado en champú y usado en las más sofisticadas estéticas de Europa.

 

¿Y qué hay del proceso de elaboración?

Recolección

Los métodos siguen como hace miles de años, no se golpea el árbol, sino que se recolecta del suelo, esperando que el fruto caiga. Una vez obtenidos los frutos, se secan al sol, para despulparlos y eliminar las capas externas carnosas. El fruto seco restante debe romperse para recuperar el grano rico en aceite del interior.

La molienda

Se sigue haciendo a la manera antigua, en rudimentarias trituradoras de piedra que poco a poco van extrayendo el aceite, de color dorado rojizo, con aroma de avellanas. La otra manera es prensado a presión como demás semillas.

Para obtener 1 litro de aceite de argán se requieren 40 kilos de materia prima, es decir, del fruto. El desecho como la cáscara, es procesado como alimento para el ganado. Es una industria en la que hoy se benefician tres millones de personas.

La extracción para 2019 fue de 4 mil toneladas y para 2025 puede llegar a reunir 10 millones de toneladas. Al comprarlo debemos asegurarnos de su procedencia para que no esté adulterado con la combinación de otros aceites.