El tratamiento de respuesta inmediata para la insuficiencia renal, es un trasplante del órgano, evitando la diálisis de por vida. Esto ocurre cuando existe una enfermedad renal crónica o en etapa terminal, permitiendo al enfermo sentir alivio y continuar viviendo.

Haciendo un poco de memoria, el primer procedimiento de trasplante renal se realizó en el Hospital Brigham de Boston, en 1964, a cargo de Murray, Merril y Harrison. En aquel momento tanto el donante como el receptor fueron dos gemelos homocigóticos, lo cual garantizó la aceptación inmunológica.

Granjas de órganos en la mira de la ciencia

Órganos de Animales

Los cirujanos del NYU Langone Health de Nueva York, lograron exitosamente trasplantar el riñón de un cerdo a un humano. Esto se hizo posible gracias a la técnica de modificación genética, que permite eliminar los genes del cerdo, capaces de provocar el rechazo de sus órganos al cuerpo humano.

Para los investigadores, es un viejo anhelo conseguir la forma para que los órganos no rechazaran inmediatamente al organismo receptor.

Ya se han hecho pruebas con otras modificaciones genéticas, cuyo trabajo es eliminar viejas infecciones virales dispersas en el genoma de los cerdos, pero esta técnica llega a otro nivel, y permite que el riñón se desempeñe en el cuerpo del paciente sin signos de rechazo.

Granjas de órganos en la mira de la ciencia

¿Cómo lo lograron?

De acuerdo a informaciones de agencias, los científicos eliminaron un gen de carbohidrato de cerdo que provoca el rechazo inmediato en humanos: la molécula de azúcar conocida como alfa-gal.

Una vez obtenido el permiso de la Agencia del Medicamentos Americana (FDA), buscaron un paciente para la prueba. En este caso, una persona con muerte cerebral y disfunción renal, debidamente autorizado por la familia, antes de retirar el soporte vital.

El resultado fue de tres días con el nuevo riñón, unido a vasos sanguíneos sin rechazo alguno. El doctor Robert Montgomery, experto en trasplantes y principal autor del estudio, dijo que el funcionamiento del riñón trasplantado fue normal, y se mantuvo fuera del cuerpo del paciente para ser observado.

Montgomery dijo a una agencia informativa: “el riñón produjo la cantidad de orina que cabría esperar” de un riñón humano trasplantado, y no hubo indicios de rechazo observado cuando se trasplantan riñones de cerdo no modificados a primates no humanos. Su nivel de creatinina, indicador de la función renal, se normalizó después del trasplante.

 

 

Primer paso hacia la granja de órganos

Aunque queda mucho camino por recorrer, para que esta terapia se implemente, existe la posibilidad de encontrar nuevos obstáculos, de manera que es pertinente repetir el procedimiento con más pacientes.

Consideran ensayos con pacientes con insuficiencia renal terminal, en uno o dos años. Según Montgomery, para ello se buscarán enfermos con pocas probabilidades de recibir un riñón humano, y con un mal pronóstico en diálisis.

Si esto se logra, probaría la eficacia del método, y sería la solución para enfermos críticos hasta que se disponga de un riñón humano, o como injerto permanente.

En cuanto a elegir los cerdos, representan menos problemas éticos ya que se crían para el consumo humano, teniendo así prevalencia sobre monos y simios.