Es una realidad que en las últimas cuatro décadas España experimentó un cambio abismal con la llegada de la democracia en los años 70, el país se modernizó e integró a la economía mundial, con un crecimiento en la tasa de empleo de 15 puntos, significando la creación de millones de empleos.

La inversión extranjera directa en el país, en términos del PIB, se multiplicó en 27%, pasando del 2% al 54%. Sumado a que España realizó inversiones en el exterior, abrió también el comercio, y el peso de importaciones y exportaciones se mueven extraordinariamente, poseen una red portuaria, terrestre y aérea de primera línea. En otras palabras, España es un país relativamente acomodado, integrado a los flujos económicos mundiales.

En cuanto a la educación, ha mejorado, desde 1980 el dominio de competencias como lectura y matemáticas se ha incrementado más que en otros países de la Unión Europea, a excepción de Finlandia.

Tienen la tercera esperanza media de vida más alta del mundo, solo por detrás de Japón y Suiza. Esto representa una buena noticia, pero también se puede considerar como un peso importante.

Demografía

Debido a la calidad y estilo que se vive en España, la esperanza de vida es elevada, y cuando se tienen los niveles de SEGURIDAD más bajos de todos los países desarrollados, significa un grave problema.

Las amenazas que se avecinan en España

Una población que cada vez tiene menos nacimientos, más una población envejecida, catalogan a España en el top 10 de la población más vieja, (o personas mayores de 43 años). Lo que es lo mismo, en España hay 125 personas mayores de 64 años por cada 100 niños menores de 16.

El envejecimiento aumentará en las próximas décadas, hoy es casi el 20% que supera los 65 años, para 2050 se reducirá el número de personas que pueden trabajar, y habrá 1.7 personas en edad laboral, es decir 4 millones menos para trabajar, lo que disminuye el crecimiento y expectativas económicas del país.

Pensiones, sanidad y dependencia

El gasto del Estado marca registros astronómicos, en pocos años menos población para trabajar y millones de jubilados que demandan servicios y atención médica. El sistema de pensiones es público y de reparto, no se ahorra para el futuro, el Estado es un pagador de pensiones.

Desde el año 2000 se han incrementado en un 160% y llevan años sin poder cuadrar el presupuesto. Además hay centros residenciales que prestan atención a más de un millón de personas, por lo que, a medida que haya más mayores, habrá que gastar más y nivelarlo con la media europea, esto hará crecer la cuenta.

¿Qué se puede hacer?

Las amenazas que se avecinan en España

Lograr jubilaciones tardías, actualmente es hasta los 65 años, pero con la calidad de vida actual, se puede trabajar más años. Copiar el modelo de Nueva Zelanda, donde el 20% de su población sigue trabajando, tiene reciclaje profesional, cobran pensión estén o no laborando, y se toma la formación a los mayores como una inversión. Existen libertades contractuales adaptadas a las circunstancias.

Con esto, no se exige la jubilación sino que se impulsan otras posibilidades, convertir un reto en una oportunidad, impulsar los ahorros complementarios y explotar el clima para atraer a jubilados de Europa con el fin de que disfruten y gasten en España.