La primera vez que se supo de un “litopedion” fue entre los años 936 y 1013 d.C, con una primera descripción en detalle en 1557. Actualmente, ya existe literatura sobre 300 casos.

Los embarazos, en el momento inicial, se ubican fuera de la cavidad uterina, debido a que la fecundación del óvulo se da en el tercio externo de la trompa de Falopio, desde ahí se inicia la migración hasta llegar a la cavidad uterina, lugar donde se implanta.

Lo patológico de este proceso de fecundación, es que la implantación del huevo se haga en un lugar inapropiado, con lo cual el desarrollo del embarazo se verá comprometido y a su vez la vida de la mujer embarazada.

Litopedion o “bebé de piedra”

El “litopedion” (del griego litho = piedra; pedion = niño), también llamado “bebé de piedra”, sucede cuando un óvulo fertilizado se adhiere a otro lugar fuera del útero, entonces el feto comenzará a crecer, pero no puede sobrevivir y muere.

Los extraños casos de los “bebés de piedra”

Foto: IG @mundo.medicomx

Después de la muerte fetal, comienza un proceso de petrificación con una esqueletización, donde los huesos permanecen después de la desintegración y absorción de las partes blandas.

Otra fase es el adipocere, donde las partes blandas son reemplazadas por ácidos grasos, jabones y ácidos esteáricos. En la supuración, el feto es destruido después de la formación de un absceso.

 

 

La formación del verdadero litopedion es donde el feto o las membranas se calcifican en varios grados:

  • litokeliposis (26 %), donde hay calcificaciones de las membranas.
  • litokelitopedion (31 %), donde el feto y las membranas están calcificados.
  • litopedion verdadero (34 %), donde solo el feto está calcificado.

El sistema inmunológico de la madre podría reconocer al feto como un objeto extraño, y para evitar una infección, el organismo reviste al feto con una sustancia considerable de calcio, convirtiéndolo en un “feto momificado”, esto solo ocurre si la madre está asintomática algún tiempo como para escapar del diagnóstico médico; y entonces el feto o su membrana se petrifican.

Para que de un embarazo abdominal se forme un litopedion, el feto debe tener una supervivencia en abdomen mayor a 12 semanas, permanecer asintomático, sin diagnóstico precoz, en condiciones asépticas y tener un ambiente favorable para la calcificación.

Para el diagnóstico se necesita aplicar métodos clínicos y exámenes complementarios. Entre los antecedentes, está la ausencia de menstruación por más de tres meses, la ausencia de síntomas de embarazo, y síntomas gastrointestinales. Las manifestaciones clínicas se arrojan por la palpación de un tumor abdominal de consistencia firme, y su localización y presencia o no de adherencias, será movible.

Los extraños casos de los “bebés de piedra”

Feto calcificado de 30 años en el útero de una mujer de 65 años de edad (Foto: IG @ecua_salud)

La radiografía de abdomen simple y la ultrasonografía pudieran mostrar el esqueleto de un feto en la cavidad abdominal que puede estar cerca de la columna materna, así como la resonancia nuclear da el diagnóstico de embarazo abdominal.

Si no hay síntomas y escapa al examen médico, puede alcanzar una edad gestacional de término, e incluso el feto puede lograr un desarrollo completo y pasar desapercibido durante años.

He aquí la importancia de poner atención al cuerpo de la mujer, la ausencia de menstruación, anomalías y los chequeos médicos rutinarios son indispensables para no poner en riesgo su salud.