La sal ha sido un recurso natural importante para la sobrevivencia del hombre, es el condimento por excelencia, un básico en la gastronomía que nos permite preservar alimentos, y por si no lo sabías, también fue usado como medio de pago, de ahí la palabra ‘salario’.
Bien sea extraída de las profundidades de una mina, mediante la evaporación de aguas marinas o recolectadas en salinas a cielo abierto, la sal se utiliza en todo el mundo, y nos ayuda a condimentar nuestros alimentos, pero debe usarse con moderación debido al gran contenido de sodio, que si bien es un mineral esencial para el ser humano, debe ser consumido en pequeñas cantidades, de no ser así, ponemos en riesgo nuestra salud.
Tipos de sal
Encontramos sal de Ibiza, sal italiana de Trápani, sal marina, sal yodada, sal enriquecida, sal sin sodio o baja en sodio, sal gruesa para hornear, sal Maldon del río Blackwater en Inglaterra, flor de sal de las salmueras francesas, escamas o pétalos de sal, sal kosher, sal rosa, sal negra de Hawái, sal céltica, sal negra del Himalaya o kala namak, sal ahumada, sal negra nepalí, sales aromatizadas, sal china, sal del mar muerto, sal de apio, entre otras.
Sin embargo, en ocasiones nos dejamos deslumbrar por los mensajes publicitarios, pero no debemos perder de vista que la sal siempre es sal y debemos tener en cuenta su uso moderado.
Sal rosada del Himalaya
Esta hermosa sal es extraída en minas, en la base del monte del Himalaya. Khewra es una de las seis minas localizada en Punjab, Pakistán, es una belleza de la naturaleza, no solo por el colorido, sino por la cantidad de sal que poseen.
Khewra Salt Mine (Wikipedia commons)
Como toda atracción, la mina de sal de Khewra recibe más de 250 mil turistas anuales, en una pequeña área desde 1914, con temperatura de 18 grados en su interior, 12 niveles donde se realiza la extracción, de los cuales seis están bajo la superficie.
La antigüedad de esta sal data de la época pre-cámbrica, el color lo genera la presencia de minerales, aspecto aprovechado para ofrecerla como la solución a varios problemas de salud.
Se le atribuye mejorar la osteoporosis por su contenido en calcio, evitar calambres y contracturas musculares por la presencia de magnesio y potasio, y nivelar la hipertensión, ya que contiene sodio igual que la sal común, además de controlar las enfermedades tiroideas por encontrar yodo entre sus minerales presentes. Sin embargo, como ya lo hemos dicho, la sal es sal, y si hablamos de presión sanguínea, al consumir ésta o cualquier otra sal en cantidades excesivas, la ingesta de otros minerales presentes sería casi imperceptible, y consumirla por sí sola no actúa como protector ante ninguna enfermedad.
Lejos de eso, el exceso de sal en el organismo ocasiona efectos adversos cardiovasculares y retención de líquidos, y si existen problemas en los riñones, será complicado expulsar tal cantidad de minerales que tiene la sal rosada.
De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud, si tenemos que elegir entre una sal y otra, la Sal del Himalaya es más nutritiva, pero hay que tomar en cuenta que NO DEBEMOS sumar a la dieta una cantidad de sal mayor a lo recomendado, y esto sería de 5 a 6 gramos diarios.
En otros usos como el “cosmético” SÍ se puede usar más cantidad de sal, como en baños, jabonería y exfoliantes. Siempre que se trate de uso externo.
