Aseguran que los ánimos dentro de la aeronave ya no eran de entusiasmo, reinaban los nervios, por eso el director Vinicio Adames pidió entonar las notas del Himno Nacional de Venezuela. Sería lo último que cantarían los 52 jóvenes que iban al Festival Internacional de Coros en Barcelona, España.
El Orfeón Universitario de la UCV, fundado en 1943, fue invitado a participar en el encuentro coral, y desde ese momento comenzaron a reunir los fondos necesarios. En aquellos años un boleto aéreo a España era muy costoso, por lo que decidieron acudir a la ayuda gubernamental para el viaje de las 52 personas.
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Apoyo militar para el vuelo
El presidente de ese momento, Carlos Andrés Pérez, ordenó adecuar un avión de la Fuerza Aérea, un Lockheed C-130H Hércules, adscrito al Grupo de Transporte Nro. 6, de la base militar de Palo Negro, Estado Aragua, y asignó a experimentados pilotos para llevar esa preciosa carga, en una ruta que transitaban dos veces al mes y conocían perfectamente.
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Huracanes ‘Emmy’ y ‘Francés’
Antes de partir, se pidió el reporte meteorológico que arrojó la presencia de dos tormentas tropicales en la zona de las Azores, con cierre temporal del aeropuerto de Lajes. Esta situación obligó a suspender varias veces el vuelo, a pesar de la presión del director del orfeón, el Rector y el Presidente de la República.
El Capitán trazó un vuelo que llegaría a la Base Aérea de Bermuda, y de allí proseguiría a Las Azores, luego a Barcelona, dejaría su carga y continuaría vuelo a Francia e Inglaterra para dejar otros pasajeros; un agregado militar con su esposa e hijo.
Salida de Venezuela
En el Aeropuerto Simón Bolívar en Maiquetía, abordaron los pasajeros, hicieron un toque técnico en Palo Negro, y se pusieron en marcha a Las Bermudas, con dos tripulaciones completas. Al arribar procedieron a completar combustible, y ante la presencia de las tormentas y “bajos mínimos” de Lajes, decidieron ubicar a todos en alojamientos disponibles. Poco antes de terminar se les informó que las Azores estaba despejada, y decidieron retomar el vuelo.
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Nueve horas después trataron de aterrizar en la Isla Terceira, las condiciones eran cero visibilidad, volaban en el vórtice de dos tormentas, hicieron dos intentos fallidos, y en la torre de control respondió un soldado que no hablaba inglés, dificultando la comunicación, ya en el tercer intento la nave se estrelló contra un promontorio de rocas volcánicas. A 200 metros de la pista la torre de control no los vio, y la nave se desintegró, quedando solo la cola. No hubo sobrevivientes por la violencia del impacto.
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Retorno al país
La Fuerza Aérea norteamericana cooperó con el traslado de las víctimas, para ser honradas en la Universidad Central de Venezuela, en medio de Boinas Azules y el silencio que se convirtió en llanto, para llevarlos al cementerio del Este, entonando el Himno Universitario.
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El himno de “La Casa que vence las Sombras”
“Campesino que estás en la tierra/ marinero que estás en el mar/ miliciano que vas a la guerra con un canto infinito de paz/ nuestro mundo de azules boinas os invita su voz a escuchar/ empujad hacia el alma la vida en mensaje de marcha triunfal”.
