En la carrera hacia un mundo mejor, sustentable y respetuoso con el ambiente, Chile se anota un punto a favor.
Desierto de Atacama, Chile
Aprovechando los más altos niveles de radiación solar del planeta, en el desierto de Atacama en Chile, se dejó inaugurada este 8 de junio, la primera planta de energía solar concentrada (termo solar) de América Latina “Cerro Dominador”, compuesta por 10.600 heliostatos o espejos, 392mil paneles solares y una torre que se erige a 250 metros de altura
La planta cuenta con 1.000 hectáreas de extensión, a 100 kilómetros de la norteña ciudad de Calama, el proyecto se compone de dos sistemas, uno fotovoltaico de 100 MW, en funcionamiento desde 2017, y un innovador sistema solar térmico, con 110 MW de potencia instalada, pionero en la región e inaugurado esta oportunidad.
Ambos sistemas generarán en conjunto 210 megavatios y suministrarán energía verde a la red eléctrica chilena. “Es una planta que está en la frontera del conocimiento y la tecnología. No hay ninguna planta que tenga una mejor tecnología que esta”, afirmó durante la inauguración el presidente chileno, Sebastián Piñera.
El proyecto contribuirá a evitar la emisión de 630.000 toneladas anuales de dióxido de carbono (CO2), equivalente a la circulación de 135.000 vehículos al año, “más que los automóviles que existen en esta región de Antofagasta”, agregó el mandatario.
Para cristalizar este proyecto se requirió de una inversión total de 1.300 millones de dólares, con el financiamiento de la Unión Europea y del Banco de Desarrollo Alemán KFW, entre otros, y sus principales constructores han sido las empresas españolas Acciona y Abengoa. La planta solar Cerro Dominador es propiedad de una compañía del mismo nombre, perteneciente a la firma de fondos de inversión estadounidense EIG Global Energy.
Uno de los elementos que se destacan en el proyecto es la torre central de 250 metros, segunda en altitud del país, donde está colocado el receptor de calor y al que apuntaran los miles de heliostatos, que son espejos de 140 metros cuadrados de superficie reflectante y 3 toneladas de peso cada uno, que siguen la trayectoria del sol con movimiento en dos ejes, reflejando y direccionando la radiación solar hacia el receptor, una tecnología maravillosa de aprovechamiento del astro rey. A través de este receptor, circulan sales fundidas a una temperatura de 560 grados centígrados, transfiriendo el calor a un circuito que impulsa una turbina de vapor para generar energía eléctrica.
“Las sales fundidas pueden almacenarse por hasta 17, 5 horas, lo que permite que el sistema siga funcionando incluso sin luz solar directa y haya una producción fiable de electricidad 24 horas al día”, explicó el CEO del proyecto, Fernando González.
Chile, con 19 millones de habitantes y geografía extrema, tiene desierto al norte y grandes bosques al sur, está en capacidad de generar 70 veces más electricidad de la que hoy requiere. Le ha venido bien el futuro porque si bien en el pasado no tener petróleo, carbón y gas en las cantidades que necesitaban no le favoreció, con las tecnologías de vanguardia, podrán satisfacer las necesidades de sus ciudadanos y superar sus propias expectativas.
El país ha multiplicado su participación en energía solar y eólica por diez en la matriz energética y esperan que las energías renovables alcancen un 70 % antes de 2030. En lo que resta de año se inaugurarán más proyectos de energía limpia como nunca antes, con una capacidad instalada de casi 6.700 MW.
La próxima cumbre del clima COP26, será en Glasgow (Escocia) en noviembre 2021, allí habrá presión para poner fin a la dependencia del carbón y en el uso de energía renovable, poniendo a todos los países contra reloj en sus esfuerzos por mejorar el ambiente y el deterioro de nuestro planeta.
Así como Chile, es vital que otros países de América del Sur se sumen a estas iniciativas, en especial en Venezuela donde sus ciudadanos padecen por los racionamientos eléctricos, a pesar de contar con espacios disponibles y un clima de sol casi todo el año que favorece a este tipo de proyectos.
El planeta necesita recuperarse y las energías limpias son la alternativa.
