Cuando deseamos bajar esos “kilitos” de más, la alimentación y realizar una actividad física es en lo que más nos enfocamos, pero hay algo a lo que por lo general no le damos la atención necesaria, nos referimos a las horas de sueño, contemplando un periodo de relajación previo al descanso, ya que el sueño tiene un impacto realmente importante en la calidad de vida de las personas.

¿Cómo se asocia la corta duración del sueño con el sobrepeso y la obesidad?

Ritmo Biológico

El cuerpo tiene un ritmo circadiano”, que regula el proceso del sueño durante 24 horas, controlado por el núcleo supraquiasmático del hipotálamo, y se ajusta con el entorno de cada uno de nosotros, como los ciclos de luz/oscuridad, hábitos de sueño y temperatura. Este ritmo se inicia desde la sexta semana de desarrollo cuando estamos en el vientre materno, pero no es sino hasta dentro de los 3 y 6 meses, que se establece como un ciclo regular de “sueño-vigilia”.

¿Cómo se asocia la corta duración del sueño con el sobrepeso y la obesidad?

Esta organización del sueño tiene dos estados, un sueño NREM (sin movimientos oculares rápidos), que lleva el 75 u 80% del tiempo de sueño, atado al proceso homeostático e incluye el descanso físico. Otro estadio es el REM (movimientos oculares rápidos) que abarca del 20 al 25% total del sueño, relacionada a la función mental. De ahí la importancia del sueño para los aspectos psicológicos, emocionales y de memoria.

Cuando dormimos, los dos estados se alternan por ciclos en personas sanas, apareciendo de 4 a 5 ciclos de sueño. Cada ciclo con sucesión de NREM y REM que duran de 90 a 120 minutos, dividiendo la noche en dos mitades. En la primera predomina en NREM y en la segunda el REM. Cuando hay ciclos irregulares o ausencia de estos ocurren los trastornos del sueño.

¿Cómo se asocia la corta duración del sueño con el sobrepeso y la obesidad?El Sueño y la Obesidad

Los ritmos hormonales de vigilia-sueño, son irrompibles, y cada hormona tiene un patrón circadiano, de acuerdo a su secreción y función, y cuando se rompen altera su función. La hormona somatropina (STH), tiene su pico de secreción a la ½ hora de adormecimiento, el de la prolactina es a los 40 minutos después de la STH; por el contrario, la hormona tiroidea (TSH) y el cortisol desaparecen al inicio del sueño; la insulina, leptina y grelina se dan en las fases de REM. Así que cada hormona tiene un tiempo programado, unas en las fases NREM y otras en el REM.

La falta de sueño afecta el equilibrio energético, se mantiene por un sistema regulador complejo, involucrando vías fisiológicas que actúan en los circuitos neuronales, para mantener el peso corporal adecuado (equilibrio entre el consumo de energía -‘dieta’- y el gasto energético), una relación directa entre la tasa metabólica basal, actividad física y termogénesis. La relación entre corta duración del  sueño y la obesidad no está clara; sin embargo, se tiene la hipótesis que la duración del sueño corto afecta la regulación del balance energético de las personas.

Privarnos de sueño baja los niveles de leptina y aumenta los niveles de grelina en el plasma sanguíneo, es un doble mensaje de las hormonas que ordenan comer más, el cerebro está recibiendo señales de cuerpo hambriento, y muere por comer.

¿Cómo se asocia la corta duración del sueño con el sobrepeso y la obesidad?

Un estudio realizado a hombres sanos, reveló que una media de cuatro horas de sueño se asociaba a un deseo de ingerir alimentos calóricos con carga de carbohidratos, también manifestaron tener más hambre. En segundo lugar, la falta de sueño también puede conducir al incremento del peso y a la obesidad, aumentando el tiempo disponible para comer.