El ron es un licor elaborado a partir de fermentar y destilar la caña de azúcar, es un producto hecho al calor del Caribe, expandido a más de 30 países del mundo, en Venezuela cuenta con la Denominación de Origen Controlada.

Los primeros documentos conocidos hablan del ron en Barbados por el año 1650, pero antes de llegar los conquistadores, los indígenas nativos en todos los pueblos americanos hacían sus bebidas fermentadas que los embriagaba, usando el maíz por ejemplo. Aquella bebida en Barbados se llamaba Kill-devil (mata diablo) o rembullion, en inglés sería algo así como “gran tumulto”. Luego surgió otra palabra en las colonias de dominación francesa, llamada Guildive, modificando el Kill-devil y luego sería Tafia, quizá una mezcla entre africano e indígena local, pero para 1667 se llamaba simplemente Ron, según registro del Gobernador de Jamaica. Incluso esta bebida llegó a ser moneda de curso legal entre corsarios y piratas que frecuentaban el Caribe durante sus aventuras. Rápidamente el ron llegó a todo el continente y estaba presente en todos lados, siendo la bebida oficial de los marineros.

En Venezuela, la elaboración del ron llegó con los conquistadores al introducir la caña de azúcar, y se inició en 1762, específicamente en la Hacienda del Valle de Maracapana, en Carúpano, en el oriente venezolano; por parte del Capitán español Félix del Fierro. Ahí se produjo por vez primera y es lo que se conoce como Ron Añejo’. El ron tiene más de un siglo de relevancia, pero se hizo oficial la Ley orgánica de la Renta de Licores establecida en 1954, por el presidente en funciones de la época del General Marcos Pérez Jiménez, estableciendo que el destilado de la caña se llamara “ron”, debiendo tener como mínimo dos años de añejamiento en barricas de madera; era la primera vez que en el Caribe se reglamentaba la exigencia.

La diferencia que hace del ron venezolano un orgullo son los ciclos de cosecha de la caña de azúcar que tiene días calurosos y noches frescas, convirtiendo un sub producto espeso que huele a papelón conocido como melaza, con un 54% de azúcar y sólo 11% de impurezas, además un proceso de destilación a 4 columnas que logra la calidad y la transformación de alcohol transparente a un color ámbar, esto sumado al uso de barricas de roble blanco sin pegamento y con capacidad de 200 litros, hechas por maestros toneleros, en una perfecta conjugación de proporción que resultan en una bebida rigurosamente cuidada, hecha en varias regiones como Lara, Aragua, Ocumare del Tuy y Carúpano.

Los rones y destilerías venezolanas han obtenido reconocimiento en concursos internacionales, como el Congreso Internacional del Ron de Madrid y el Festival de Ron del Reino Unido. Entre los más destacados están: Pampero, Santa Teresa, Diplomático, Veroes, Estelar, Carúpano, Roble viejo, Cacique, Ocumare, Canaima, Canaveral y Tepuy.

Lo irónico es que estando rodeados de uno de los mejores rones del mundo, la renta petrolera no había permitido que los mismos venezolanos lo viéramos, y ahora que vivimos una profunda crisis es gratificante ver el reconocimiento a productos diferentes al petróleo como el chocolate, el ron, la arepa y lo más importante la calidad de nuestro recurso humano.