Esta mala práctica cada día está más cerca de nuestros hijos, debido al fácil alcance que tienen a dispositivos móviles con acceso a internet, y en muchas ocasiones sin la supervisión de un adulto responsable. El ‘grooming’ consiste en que delincuentes crean uno o varios perfiles falsos en una red social, sala de chat, foros, videojuegos u otro, haciéndose pasar por un menor para iniciar una amistad y crear confianza, con el fin de acosar e involucrarlo en actividades sexuales.

Sabemos que la pedofilia no surge con el internet, pero la tecnología permite crear un mundo ficticio donde se ven atrapados muchos menores. El acosador lleva a cabo varias etapas, comenzando por saber información que el pequeño, en su inocencia da sin querer, después pide fotos o videos de contenido erótico o sexual, y al tenerlo puede desaparecer o iniciar un chantaje, amenazando con hacerlo público, a menos que entregue más videos, o si no acepta, pide tener un encuentro personal.

Tipos de Grooming

‘Grooming’, un peligro latente para nuestros niños

  • Sin relación previa a la confianza: cuando logran tener material audiovisual del menor, a través de la contraseña o hackeo de cuentas, una vez obtenido el material extorsiona y la víctima no tiene idea de cómo lo consiguió.

 

  • Con generación de confianza: En este caso el material lo entrega el menor, y el acosador se vale de la mentira sobre su identidad, se hace pasar por otro menor manipulando información, usando lenguaje acorde a la edad. En ocasiones el proceso puede ser corto en una sola charla o llevarle meses de acoso ganando confianza, así el menor olvida que habla con un desconocido, hasta que le pide un encuentro personal. Aquí juega un papel importante la cámara web, ya que los acosadores pueden pedir al menor verlo, y el menor solo verá una persona de su edad del otro lado, con un video hecho por el acosador.

¿Qué deben hacer los padres?

Debemos entender que el mundo digital está al alcance de todos nosotros, pero la confianza, la alerta y la supervisión son herramientas que los padres deben aprender a dar el seguimiento correcto, en un mundo comunicado donde no nos comunicamos:

  • Si conocemos sus gustos, sus rutas al colegio, también conozcamos sus rutinas online.
  • Aunque los jóvenes son tecnológicos es importante acompañarlos y saber que pueden confiar en sus padres y compartir experiencias que les suceden con las TIC.
  • Sin apoyar que los padres violen la intimidad del menor, revisando sus correos; la confianza es un arma de doble filo, hay maneras de revisar los sitios visitados y tener idea de sus incursiones en línea.
  • Así como sabemos que nuestro hijo puede venir solo de un lugar, también sabremos cuándo está capacitado para incursionar en línea ante un acosador y salir ileso.
  • Explicarles cómo abren falsos perfiles, lo difícil que es corroborar una identidad (Los niños tienen amigos de su lugar de vivienda o de su colegio, pero de lugares diferentes debe encender nuestras alarmas).
  • Todo lo que se sube a internet puede caer en manos criminales.
  • No dar información o imágenes “comprometedoras” en redes sociales o chats.
  • No utilizar la cámara web cuando chatean con desconocidos.
  • No utilizar el nombre completo, nick o usuario cuando juegue online.
  • Configurar la privacidad y seguridad de la cuenta.
  • Evitar que le roben información comprometedora.
  • Tener cuidado con sus contraseñas.

 

‘Grooming’, un peligro latente para nuestros niños

¿Qué hacer en caso de Grooming?

Los cambios de conducta de un menor, tristeza, angustia, bajo rendimiento escolar o soledad, es suficiente para saber qué le ocurre, ya que podría estar siendo víctima de grooming. Si se detecta, hay que charlar con el menor, sin avergonzarle o culparle, en cambio debemos: denunciar el perfil, analizar el delito cometido, y recurrir a la Ley y guardar pruebas del acoso.