La Virgen María en su advocación de Chiquinquirá, es venerada en Colombia y Venezuela, específicamente en el estado Zulia, donde hizo su aparición hace 312 años.

Con la crisis nacional, nuestra virgen también se ha hecho presente en varias ciudades del mundo. Una de ellas es la comunidad de venezolanos en Chile, donde le cantan, veneran y oran igual que en Maracaibo.

La mariposa monarca engalanó a la Virgen de Chiquinquirá en Chile

Foto: IG @andreinaportillof_artist

Este año en la celebración de su aparición, lució un manto elaborado por la artista plástica venezolana, Andreina Portillo, museóloga y curadora, con una dilatada trayectoria internacional. Su obra para la Chinita Sacramentina, la tituló “Lepidópteros en vuelo migrando por el mundo”, con más de 70 horas de producción y 5 m2 de pintura acrílica sobre tela de gobelino español.

Se elaboró para el patrimonio arquitectónico nacional de la Catedral Los Sacramentinos, con motivo de la “Bajada de la Virgen 2021” junto a su familia y equipo de colaboradores: las familias Parra Portillo, Fabelo Medina, Oliver Flacco Espinoza (Tenderete Store), Encarnación Espinoza de Flacco, Dency Quintero, Hermmanskis Parra Reyes, Crafter Ariel Milá de la Roca y Elena Margot López (Tejidos).

Conociendo la sensibilidad de Andreina, su fervor mariano tiene bases justificadas, después de llegar desde Venezuela, se enfermó y su vida estuvo en peligro de muerte, y lejos de su familia. Su vida cambió, y lo hizo para tomar un nuevo e importante impulso como mujer, madre, esposa, artista y especial como chiquinquireña.

¿Por qué las mariposas monarcas?

Las mariposas monarcas son declaradas ante la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad, y son de vital importancia para los humanos en los nodos ecológicos, al ser polinizadoras, al igual que las abejas, transportando el polen para completar el ciclo necesario para la continuidad de la vida en el planeta.

Su obra tiene una simbología muy especial al conjugar la mariposa nacional venezolana Helenor Cramer (azul), semejante al azul del “Coquivacoa” o Lago de Maracaibo, en homenaje póstumo a Carlos Sánchez y a la artista Lía Bermúdez, así como a tantas personas que perdieron la batalla ante la pandemia.

La técnica mixta supera las 20,000 incrustaciones, que van desde piedras, perlas y cristales, resaltando flores bordadas de color amarillo, simulando nuestro sol marabino, distribuidas en el cuello y borde de la obra.

La abeja tejida con cristales que tiene el manto es un homenaje que hace la artista a su tía Luisa Fereira, creadora del manto de La Chinita de 2015, en la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, en Maracaibo, y la corona en el cuello del manto resalta los reyes en su especie polinizadora (la abeja reina y la Monarca).

Trayectoria

Ha participado en exposiciones nacionales en colectivo, nueve individuales nacionales e internacionales durante sus 31 años de trayectoria, e invitada en varias ocasiones a España, como comisario, curadora y artista plástico de la Feria Internacional de la Chinita en Madrid.

Fue becada por méritos académicos para obtener el título con mérito destacado de Magister en Museos Españoles en Valladolid, y actualmente es directora y profesora desde párvulos hasta universitarios en su #TallerAcademiadeArtesAPF.