Nació en Caracas el 30 de enero de 1923, hijo de Marco Antonio de Lacavalerie y Cecilia Moreau, pero siempre se le conoció como El “Musiú”, palabra con la que identifican a los extranjeros en Venezuela, y más caraqueño no podía ser, a pesar de lo franceses que fueros sus padres.

Marco Antonio, poseedor de una potente e inconfundible voz, además de simpatía, elegancia y chispa criolla, recibió una educación privilegiada en Caracas, y al graduarse de Bachiller viajó a Chile a estudiar Ingeniería Eléctrica, pero fue la radio la que lo entusiasmó.

Musiú fue un extraordinario narrador deportivo, en especial en el Beisbol. En Chile, pasó por Radio Cervantes CB 134 y Radio Prat. Regresó a Venezuela en 1941, y presentó su examen de locución, así comenzó en Radio Caracas.

Hizo programas como “Desayuno Musical”, “85936” (número telefónico de la estación), “Tijeretazos del Dial”, “A gozar muchachos” y “Fiesta Fabulosa”, ambos programas con la orquesta Billo’s Caracas Boys.

Para el año 1955, se presentó la magnífica oportunidad de sustituir a Pacho Pepe Cróquer en el programa “Cabalgata Deportiva Gillette”, haciendo transmisiones de beisbol de grandes ligas, donde perduró por 26 años transmitiendo en 149 emisoras en la red más completa de habla hispana desde Estados Unidos.

En la radio nacional pasó por Radio Continente, Ondas Populares, Radio Tiempo y Radio Rumbos. En su estilo de narración tan ocurrente, usaba dichos populares de la cultura venezolana y sus frases como: “vengan pa’que lo vean”, “Epa mi pueblo”, “Ese no va pal’ baile” y muchas más, que quedaron en el uso de nuestro lenguaje.

En Venevisión condujo un programa de concursos llamado “El Batazo de la Suerte”, por 24 años, que se transmitía los sábados en horas del mediodía, ahí los participantes hacían swing a una pelota con un bate que giraba en un mesón, para llevarse premios.

“Operación Cupido” fue otro programa para encontrar parejas en vivo desde la televisión. Además otros programas al aire libre para aficionados llamado “Musiú busca estrellas”.

El Musiú es recordado por su generosidad, pagando estudios universitarios a muchos jóvenes, patrocinó centros de atención en barrios y promovió acciones sociales.

Su vida privada fue reservada, se casó con Irene Mazzeo y sus tres hijos son locutores y narradores deportivos: Marco Antonio “Musiuíto” Lacavalerie, Rafael Antonio “Papaleco” y Marco Vinicio “Capitan Cabilla”.

En 2017, fue exaltado al Salón de la Fama del Beisbol Venezolano, por su innegable trayectoria en la narración deportiva.

Cuando decidió no viajar más, se hizo narrador oficial de los “Tiburones de la Guaira”. Falleció el 23 de noviembre de 1995, a causa de un cáncer de hígado que le aquejaba.

Algunas de sus frases:

  • “Se luce cuando hay visita”, se refiere a alguien que se porta mal delante de extraños.
  • “Distancia y categoría”, parte de su eslogan a una tienda de trajes de la marca Monte Cristo. Pero lo asocian cuando debemos mantener distancia a un asunto o una persona problemática.
  • “Quedó más partido, que galleta de soda, en bolsillo de borracho”, referido a algo que se partió en muchos pedazos, o a la forma de comportarse de alguien poco masculino.
  • “Más falso que escalera de anime”. Es algo poco confiable.