Recientemente se estrenó el documental “El Arco Minero. ¿Ecocidio o Suicidio?, un trabajo audiovisual del Grupo SOS Orinoco, que describe abierta y crudamente una realidad que vive la selva amazónica y sus habitantes.

Un desastre ecológico a la vista de todos
Salto Angel, Bolivar, Venezuela

Estos jóvenes narran la conformación de este espacio ancestral, las técnicas usadas, los responsables, consecuencias locales y mundiales, por ello paso a citar un fragmento del video: “Si la naturaleza lo pudiese describir con palabras, nos diría que en Venezuela se encuentra una zona de incomparable riqueza, considerada el corazón del continente, es indescriptible, exuberante en su flora y fauna, con selvas, sabanas, más de mil ríos, con una morfología única, originaria, que por milenios ha sido el hogar de las comunidades indígenas Pemón (gente en su lengua Caribe), Arawak y Yanomami.” En otras palabras, es un área con posibilidades de sustentabilidad. Ahora te pregunto: ¿sabes qué está ocurriendo en el Arco Minero?.

Para contextualizar diremos que el Arco Minero del Orinoco (AMO), fue nombrado oficialmente el 24 de febrero de 2016 como Zona de Desarrollo Estratégico Nacional, es un área rica en recursos minerales que la República de Venezuela explota desde 2017; ocupa mayoritariamente el norte del estado Bolívar y en menor proporción el noreste del estado Amazonas y parte del estado Delta Amacuro al sur del país. Cuenta con 7000 toneladas de reservas de oro, cobre, diamante, coltán, hierro, bauxita y otros minerales. Abarca un área de 111.843,70 km², es decir 12,2 % del territorio venezolano; duplicando a la faja petrolífera del Orinoco, y según señalamientos del Gobierno nacional, esa área tiene un potencial estimado en 2 trillones de dólares en reservas mineras.

¿Cómo lo extraen?

El método de extracción se puede aplicar de varias formas: artesanal, monitores hidráulicos, balsas, galerías pequeñas, galerías industriales y excavación superficial industrial. El material aurífero se procesa con mercurio o cianuro para extraer el oro puro. Algunas de estas modalidades se realizan sin ningún control del Estado, y generan impactos ambientales destruyendo los suelos, lechos de los ríos, debilitando la fuente para centrales hidroeléctricas, a las personas que la practican, a sus familias y a todo ser vivo en esa zona. Sus mangueras de presión destrozan los suelos milenarios, se adhiere al oro, conocido como amalgama, la zona de rocas y tierra que cae a los ríos contamina y acaba con peces, y cualquier otro ecosistema presente, revientan el suelo de los bosques; expertos aseguran que luego de la minería es casi imposible que regrese la vegetación que tardó miles de años en prosperar, hay 288 especies de la fauna en peligro de extinción y 558 especies de la flora amenazadas.

Un desastre ecológico a la vista de todos
https://twitter.com/valendeviaje/status/527425222564380673

¿Quiénes son los Mineros?

Antes de Colón se descubrieron indicios de comercialización de minerales, con base en narraciones de conquistadores y de clérigos; durante el proceso de conquista y colonización se inician las actividades mineras con fines comerciales sin que el territorio actual haya destacado entre los más productores del nuevo mundo; desde su creación Republicana se formalizan actividades mineras a partir de 1854 pero se tecnifica y profesionaliza a gran escala a partir de 1950, sin embargo, la minería ha sido tradicionalmente una actividad marginal comparada con el resto de las actividades de producción venezolanas a pesar de la gran potencialidad en recursos minerales inorgánicos existentes; se concluye que el proceso evolutivo de la minería en Venezuela ha sido muy limitado y poco productivo social y económicamente, presumiblemente por una sostenida y equivocada concepción acerca del negocio minero que se profundizó a finales del siglo XIX con la aparición del petróleo.

Mineros siempre han existido en nuestro lejano sur, para un país ocupado básicamente en las costas y los andes. Desde hace décadas ha sido la incursión de Brasileros llamados Garimpeiros, quienes ilegalmente depredaron la zona fronteriza desprotegida de la ley, influenciando también con el idioma portugués o brasilero. En consecuencia, los habitantes naturales que son las etnias indígenas, ahora desplazados y masacrados, los aventureros y personas al margen de la ley, buscando sobrevivir del caos de un país quebrado, los extranjeros convenientemente “permisados” por el gobierno, políticos, delincuentes y personajes que representan los intereses de empresas que comercializan minerales, se disputan el territorio sin importar nada a su alrededor, todo se maneja en Oro o Dólares. Las consecuencias son graves, ya que impera la ley del más fuerte, allí hay esclavitud, enfermedades, miseria y se ha demostrado que en sus cuerpos hay niveles cinco veces más altos de mercurio de lo permitido, son manipulados y extorsionados y su realidad es “si no extraen oro, no comen.”

El negocio del Coltán y el Oro se mueve en una aparente legalidad, pero esconde una matriz criminal, el negocio es compartido entre irregulares colombianos y militares venezolanos, sacando por vías clandestinas las riquezas hacia países lejanos como Turquía, Irán, China y otros aliados del Gobierno Socialista, obteniendo jugosas ganancias. Un dato curioso es que particulares afectos al régimen, poseen minas adjudicadas “legalmente”, cuando el arco minero es un territorio que pertenece a los venezolanos, pero ahora está en manos de unos pocos, donde solo hay destrucción y muerte, paso limitado solo para altos “enchufados” o pranes, exacerbando el clima de violencia incontenible, sin noticias, sin soluciones, sin salidas apegadas a los derechos humanos.

Para finalizar, el grito desesperado que inspiró la creación de este material, busca reunir firmas para la protección de esta región. El momento es ahora, no demos la espalda a nuestro futuro y el de las venideras generaciones.

Fuentes: Grupo SOS Orinoco, @noticierodigital www.elpais.com www.bbc.com www.dw.com www.connectas.org/especiales/bcv-oro-venezolano