Alejado de cualquier costa, existe un lugar increíble, a sólo 130 kilómetros al norte de la Península de Yucatán en México, se trata del Parque Nacional Arrecife Alacranes.

Su particular nombre no lo tiene por la presencia de los artrópodos–arácnidos-depredadores; sino por la nota de un navegante que en el siglo XVI encalló en ese arrecife, y su bitácora encontrada en un banco de arena decía:

“La soledad, la falta de agua dulce y de civilización, se comparan a la picadura de un alacrán, causando dolor, agonía y finalmente la muerte”

El Parque Nacional Arrecife de Alacranes es un conjunto de pequeñas islas de formación coralina, decretado así en 1994 por el Estado mexicano. La importancia de este espacio hizo que en 2006 se incorporara a la Red Mundial de Reservas de Biosfera, del Programa sobre el Hombre y la Biosfera de la UNESCO, para promover el desarrollo sostenible de los ecosistemas de mar y tierra con base científica, para impulsar en armonía a la población con la naturaleza.

Está conformado por cinco islas: Isla Pérez (la más grande), Isla Muertos, Isla Pájaros o Isla Blanca, Isla Chica y la Isla desterrada. Aunque también hay una “Isla Desaparecida”, llamada así por los marinos, porque al estar casi al ras del agua, en ocasiones se ve, en otras no, dependiendo del oleaje. Durante siglos ha constituido una amenaza para la navegación, en especial ante el desconocimiento de la zona, en horas de la noche y durante tormentas. Son pocas las embarcaciones que pueden navegar, ya que en muchas partes solo hay 70 centímetros de profundidad, a causa de ello, muchos barcos han finalizado sus días ahí y poco a poco el mar los cubre y pasan a formar parte de su paisaje.

Actualmente la Secretaría de Marina de México, se ocupa del estudio científico, así como del medio ambiente marino del Arrecife Alacranes. En la Isla Pérez se ubica un moderno Faro como punto de referencia para la navegación segura en aguas del Golfo de México, sobre todo para quienes transitan entre el Canal de Yucatán y la Sonda de Campeche, y cuenta con un pequeño destacamento de guardacostas.

Además de la belleza, el clima y la tranquilidad de estas aguas, la variedad de hábitat marino constituye un poderoso recurso científico, educativo, tecnológico y económico, con un ambiente inalterado. Es un sitio ideal para la cría de aves, sin la presencia humana como: la Gaviota Félix, el Charrán Sombrío o Gaviotín, la Golondrina Peruana, el pájaro Bobo Café, el pájaro Bobo Enmascarado, el pájaro Bobo patas rojas, el Chimay o Fragata y la Golondrina Real. Y en cuanto a especies marinas se cuentan: el Mero, Pez Arlequín, Pez Mariposa, Pez Papagayo, Pez Doncella, Pez Cabra, Calamares, Rayas, Tiburones, Tortugas Caguama, Langostas y Moluscos, la Ballena Piloto, Delfines y además el arrecife es visitado por la Tortuga Carey (en peligro de extinción) sólo en búsqueda de alimento.

Visita este hermoso parque nacional y la recomendación muy especial es disfrutarlo y amarlo, no dejes basura y respeta la biodiversidad.