El fútbol ha marcado su vida, así como su determinación en momentos decisivos. Admirado por unos y odiado por otros. De mediocampista a técnico estrella, su nombre Zinedine Zidane.

Hijo de migrantes Argelinos, Zinedine o Yazid como le decían en familia, comenzó con el judo, esa elasticidad le sirvió para el fútbol, dándole muy buenos resultados. Creció en un sector muy duro de Marsella, en medio de un profundo respeto inculcado por sus padres y sus raíces argelinas, su mamá le hablaba en francés y su padre lo hacía en el dialecto nativo de su aldea.

Aunque admiraba al Olympique de Marsella, sus inicios fueron en el “Cannes”; con 14 años, un directivo de ese club, Jean-Claude Elineau, vio su potencial y se lo llevó a vivir a su casa, mientras terminaba su formación en las divisiones menores del equipo, ese apoyo le valió para crecer. A los 16 años hizo su primer juego profesional en un partido contra el Nantes. En el Cannes se quedó 4 años, jugó 61 partidos, anotó seis goles y al final de la temporada 1991/92, fue transferido al Girondins de Bordeaux, ahí comenzó a sorprender al fútbol europeo.

En 1994 es convocado a la Selección de Francia, en 1995, un gol espectacular desde la mitad de la cancha, en octavos de final de la Copa UEFA le dio la clasificación a su equipo, fue el más importante de los 39 tantos que anotó con ese club, en 176 partidos oficiales. Johan Cruyff, técnico del Barcelona, lo pidió al presidente José Luis Núñez para reforzar el equipo. No le hicieron caso, y esa fue una de las causas para que el holandés, dejara el cargo. El Betis, preguntó por él hasta que se enteraron que el jugador tenía un preacuerdo con otro club, la Juventus, donde llegó, a mediados de 1996 hasta el 2000, pero se fue frustrado por no haber ganado la Liga de Campeones, el título mundial y la revancha en la Eurocopa del 2000, en la que Francia salió campeón.

Estos eventos lo proyectaron hacia el nuevo dirigente del club blanco, Florentino Pérez, hombre decidido a pagar lo que fuera por tener estrellas en su plantilla, por eso, a mediados del 2001, acordó con los directivos de “la Juve” y se llevó a Zidane, dejando 73.5 millones de euros al club italiano. Hasta ese momento era el jugador más caro del mundo.

El día de su presentación como jugador blanco, Zidane dijo: “Quiero ganar la Copa de Europa, y la quiero ganar con el Real Madrid”.

Y lo hizo en el primer intento, en la temporada 2001/2002, gol al Leverkusen dando paso a la era de ‘los Galácticos’. No pudo repetir corona en el Mundial del 2002, por la lesión que apenas le permitió aparecer en el último partido de la fase de grupos. El campeón quedó eliminado, cuatro años después, luego de un retiro temporal, regresó para llevar a Francia a la final y serían sus últimos minutos como jugador profesional. Lamentó no estar haciendo lo debido para ganar, y eso fue suficiente para retirarse.

Su última acción como futbolista fue contra Marco Materazzi, zaguero italiano, quien le insultó y Zidane respondió con un cabezazo que le hizo acreedor de una expulsión cantada. Pero no olviden que fue Zidane el que puso en ventaja a Francia, con un penalti cobrado magistralmente, aunque los italianos se coronaron campeones, en desempate desde el punto blanco.

Al anunciar su retiro como jugador, dijo que quería seguir vinculado al Real Madrid. Dirigió equipos juveniles, fue asistente técnico de Carlo Ancelotti en el equipo ganador de la décima Copa de Europa en 2014, y luego se fue a dirigir al filial, el Real Madrid-Castilla, y logró evitar el descenso. Mientras todo eso ocurría, el equipo estaba en crisis. Ancelotti se fue, Rafa Benítez, su reemplazo, no funcionó. Y en enero de 2016, Florentino Pérez, le entregó el primer equipo, Zidane mostró carácter como entrenador, ha manejado un plantel lleno de figuras, entre ellas el colombiano James Rodríguez, Cristiano Ronaldo y Karim Benzema, entre otros.

2021 suena para Zidane con la carta que emite el Real Madrid, anunciando la retirada de su entrenador. Queda claro que tiene detractores, pero la historia y sus logros están exhibidos y escritos. Los equipos son un reto para entrenadores, dueños, jugadores y conocedores de la disciplina.

 

Fuente:

One Football