Entre memes y bromas la verdad se asoma… Y la realidad es que muchas personas de nuestra generación tienen varios problemas para encontrar una relación estable, bonita, de esas que aparecen en películas.

Y al parecer no somos pocos pues, si te pones a platicar con amigos, primos o conocidos a todos nos está pasando o por lo menos a la mayoría. Lo peor es cuando tus tíos, abuelos o papás te cuentan de sus grandes romances y que, al final es que se quedaron con el amor de sus vidas, por eso es que te encuentras leyendo esto en estos momentos.

Muchas cosas han cambiado, como el normalizar el “dejar ir” y pensar que el realizar esta acción nos está ayudando de alguna manera, cuando es todo lo contrario ya que nos estamos acostumbrados a no tener una pareja fija. También nos saboteamos por el miedo al futuro, de qué pueda pasar como el que nos hagan daño, y nos adelantamos a eso terminando antes la relación.

El amor en tiempos de redes sociales

Otro gran factor del que no me había dado cuenta, seguramente porque me encuentro dentro de la generación que conoció y vive desde muy pequeña la era digital es que, con esto, han surgido muchos problemas en las relaciones.

No me percaté de ello hasta que me lo mencionaron, y es que tenemos en la vida real un “catálogo abierto” gracias al internet y principalmente las redes sociales; gracias a ellas conocemos a muchas personas y solo falta dar un click o enviar un menaje directo para comenzar a conocer a alguien nuevo.

Lo que nos lleva a la “tentación”, sí, porque descubrimos a muchas personas que nos resultan atractivas y cumplen con nuestros estereotipos físicos; el problema es cuando te contactan o contactan a tu pareja y no son indiferentes, creando una relación cibernética que en muchas ocasiones puede resultar algo profundo y real. Todos conocemos a muchas personas que se conocieron de esa manera.

Peor aún, es cuando tu pareja tiene una de esas aplicaciones de citas como Tinder, en donde todo es más directo así como peligroso. Unos amigos se conocieron de esa manera y ¡ya hasta se casaron!, para ellos resultó todo muy bien pero, desgraciadamente para muchas otras no y terminaron en infidelidades, corazones rotos y con miedo a tener una nueva relación.

El internet trajo muchas cosas buenas y también malas pero, esta situación no debe de afectarte. Si ya lo hizo, trata de cambiarlo dejando de vivir por medio de las redes; intenta vivir más en la realidad, establecer tus limites, reglas y “no dejar ir” a la primera.

Debemos aprender a afrontar problemas, ser más seguros de nosotros mismos sin importar si tenemos mucha competencia. Al contrario, debemos aprender a afrontarlo y no dejar que la era digital consuma nuestra vida real y amorosa.