Es  común creer que solo las pastillas de frenos se desgastan y deben ser cambiadas, pero lo cierto es que los discos también se reducen y es necesario constatar el grosor de estos para determinar cuándo es el momento adecuado para reemplazarlos. Los discos de freno tienen un mínimo de grosor en el que están aptos para soportar un frenado adecuado y este grosor varía según el modelo del automóvil.

El grosor mínimo de un disco de freno

El accionar constante de las pastillas de freno y las altas temperaturas que se generan hacen que los discos adelgacen hasta un límite. El disco de freno permite cierto desgaste que está señalado en unas cifras inscritas en el mismo componente. Gracias a estas cifras inscritas en él solo es necesario observar el disco para constatar qué es lo que se debe hacer.

Podrás encontrar las cifras en cualquier parte visible del disco de freno como el centro o en los bordes. Lo que estarás buscando serán las siglas MIN TH que significan Minimum Thickness o Grosor Mínimo. Justo a un lado de estas siglas estarán los números que indican este límite de grosor.

Midiendo los discos de freno

Existen distintas técnicas improvisadas por usuarios y algunos mecánicos que facilitan la interpretación del estado de los discos de frenos, como por ejemplo recurrir a una moneda. Sin embargo, el único método que nos dará fiabilidad total en la medición será un calibre.

Para que el calibre funcione hay que colocarlo en cuatro puntos distintos del disco, siendo la medida más baja la que se debe tomar en cuenta. Los resultados del calibre – en la medida obtenida más baja – deben compararse con el número designado con el MIN TH del disco. Cuando la cifra del calibre es menor a la del MIN TH entonces es urgente el cambio del disco.

¿Por qué los discos de frenos disminuyen su grosor?

La respuesta a esta pregunta yace directamente en factores de temperatura. Cuando el sistema de frenado se sobrecalienta, disminuye la capacidad del disco para dispersar el calor y su resistencia magnética. Cuando esto sucede el disco puede deformarse, reducir su grosor y las bandas de frenado corren el riesgo de agrietarse.