Es irónico pensar que algo tan simple como la correa de distribución sea un componente infalible en el funcionamiento de cualquier automóvil. Cuando este básico elemento falla, las consecuencias pueden ser catastróficas para el motor y siempre debemos estar al tanto de su condición y cuándo es el momento indicado para cambiarla antes de que sea muy tarde.

¿Qué es la correa de distribución del auto?

Se podrá identificar la correa de distribución al verla conectando 4 o más engranajes en una forma particular. La función de esta correa es la de conectar el movimiento del cigüeñal y el del motor, en un cumplimiento de sincronización para que giren al mismo tiempo provocando la combustión de los cilindros en el momento indicado.

Las correas de distribución, a pesar de parecerse a otras que hacen vida en el motor, están compuestas por materiales de mayor resistencia y calidad. La goma reforzada con nylon las hace aún más durables que otras como la correa del sistema eléctrico que va con el alternador. A pesar de su durabilidad, estas correas no funcionan por un tiempo ilimitado y deben ser revisadas de vez en cuando.

¿Cuándo es el momento ideal para cambiarla?

Las correas de distribución, como prácticamente cualquier elemento que hace vida en un automóvil, se mide en vida útil según estimaciones del fabricante en kilómetros y tiempo. Estos componentes tienden a durar un rango entre 4 y 6 años, lo que significarían 50.000 o 150.000 kilómetros recorridos.

Por supuesto, se presentarán en algunos casos aquellos escenarios donde las averías del motor o cualquier eventualidad en el funcionamiento provocarán el daño prematuro de la correa de distribución. Esta avería podría causar daños graves en el motor, por lo que es sumamente importante estar comprobando la condición de la correa.

Cómo verificar el estado de la correa de distribución

Encontraremos la correa de distribución en la parte frontal del motor o en los laterales. En muchos modelos este componente está cubierto por un protector de plástico aislante que no debería dar grandes problemas ya que comúnmente está instalados con unos ganchos sencillos de retirar.

Cuando encontremos la correa, se observa rastro de cualquier desgaste. Un buen indicio de que está en estado aceptable es que se puedan leer el nombre del fabricante y demás letras de fabricación y referencia, lo que demuestra que no ha sido mucho el desgaste de los tensores y poleas.

La tensión de la correa y el desgaste de los dientes deben verificarse con cuidado mientras que la correa siempre debe estar tensa. En caso de no estar lo suficientemente tensa, presentar roturas o cubierta de aceite, lo ideal es ir al taller y acudir al mecánico para tomar cartas en el asunto.