La variante Delta del COVID-19 crece agigantadamente en una nueva ola de contagios mundial que enciende las alarmas por su inminente impacto económico. En distintos países del mundo las economías se recuperaban aceleradamente, pero el repunte de casos otorga indicios de un retroceso económico ante eventuales retornos de restricciones de cuarentena y actividad humana.

Esta nueva variante amenaza con los progresos de recuperación de la pandemia del 2020. Estadísticas arrojadas en primera instancia por el IHS Markit demuestran que en los países avanzados donde las economías intentaron recuperarse súbitamente, el impacto de la variante Delta está presente.

En Australia, la amenaza de contracción asciende desde julio, siendo agosto el potencial para un tercer mes consecutivo con caída de ingresos del sector privado. El IHS Markit sugirió que los nuevos contagios por la variante del coronavirus y las consecuentes órdenes de restricción han hundido la demanda y producción.

En Japón la consternación y pesimismo del sector empresarial crece como espuma. Las condiciones para los negocios empeoran cuando menos humanos caminan por las calles y los consecutivos obstáculos en la cadena de producción y suministros expanden la problemática en los inventarios.

A partir de la problemática previamente mencionada, el enfoque se trasporta a China. En el país asiático – donde se originó el virus en el 2020 – las actividades del puerto de Zhoushan se congelaron el 11 de agosto cuando un trabajador arrojó positivo en una prueba de COVID-19. Este suceso obligó a las principales compañías de envíos a reprogramar itinerarios y evitar a Zhoushan.

En el Reino Unido las restricciones emprendidas por orden gubernamental no son necesarias, las personas están reconsiderando sus hábitos de gastos por cuenta propia al aceptar la llegada de la variante Delta. Esta pérdida del momentum de recuperación y una silenciosa pero progresiva escasez en cadena de suministros alertan en suelo británico.

En el bloque europeo el panorama es distinto aunque la preocupación se mantiene. Los números revelan la verdad y es que en los 19 países donde se comercia con el euro, el crecimiento económico mantiene los mejores rangos de las últimas dos décadas en agosto. A pesar de este gran momento, algunas de las grandes firmas que se beneficiaron están experimentando decrecimientos que aumentarán y se propagarán.

En los Estados Unidos, la recuperación dejó atónitos a escépticos y propios partícipes y organizadores del momento cuando el país opera a un 92% de lo que trabajaba antes de la pandemia. Sin embargo, el tercer cuarto del 2021 convalece bajo la expectativas de un declive anunciado por el paso de la variante Delta.