Los gerentes de supermercados del Reino Unido se preocupan por la ausencia de múltiples productos en los anaqueles, mientras la consternación de los productores se acentúa al tener que desperdiciar el 15% de sus cultivos porque no hay quienes los transporten. Ser camionero, oficio históricamente ocupado por extranjeros europeos, está obstruido por las barreras del Brexit.

Adicional a la situación del transporte, los trabajos de campo aumentan en su oferta cuando cada vez son menos quienes están capacitados de forma legal para cumplirlos. Al no existir suficientes individuos para trabajar la tierra y sacar el alimento fresco para luego distribuirlo a los mercados, es el ciudadano común quien se encuentra con la cruda realidad.

Estimaciones de East Scotland Growers, uno de los cooperativos de producción más grandes de Escocia, demuestran que solo en la industria de la coliflor, hortaliza que requiere ser almacenada en instalaciones con refrigeración, el ESG tuvo que sacrificar una semana de producción – estimada en $1.4 millones – a causa de los pocos camioneros disponibles.

Los trabajos por temporada son sumamente esenciales para los productores alrededor del Reino Unido. La mayoría de los trabajadores en estas temporadas provienen de Rumania, Bulgaria y demás países del este de Europa. Estos extranjeros ayudarían en los cultivos, procesamientos y distribución de vegetales. Pero las nuevas regulaciones impuestas en un país ahora ajeno a la Unión Europea cercenan la llegada de la mano de obra necesaria.

Brexit, el complejo y mediático plan que llevó al retiro del Reino Unido de la Unión Europea fue liderado por Boris Johnson desde hacerse con el cargo de primer ministro en el 2019. Johnson ha sido criticado repetidas veces desde la oposición política y los líderes de las industrias por su testarudez y falta de preparación ante las consecuencias del Brexit.

La escasez de camioneros se estima entre los 90.000 y 120.000 trabajadores. Los británicos no están del todo dispuestos para ocupar repentinamente estos cargos. Del mismo modo, poder licenciarse como un camionero legal en el Reino Unido podría tomar 9 meses y llega a costar 5.000 libras esterlinas.

Asimismo, la industria pesquera se ha sacudido en el nuevo panorama post-Brexit. Durante décadas los pescadores británicos encontraron en la Europa continental fácil acceso para vender sus pescas. Hoy en día, los botes no pueden atracar a tiempo para procesar la pesca capturada, por lo que deben tirar toneladas de alimentos al mar antes de su descomposición.

A criterio de los líderes de las cadenas de supermercados más importantes en la isla, la actual escasez de productos no tiene precedente alguno. La gran preocupación yace en los posibles escenarios en la época de Navidad, cuando el consumo y movimiento comercial es el más alto del año.