Hasta dos semanas podrían estar cerradas la mayor parte de las plantas de producción de General Motors en los Estados Unidos. Este sorprendente hecho sin precedentes llega en un cuadro complicado a raíz de la crisis económica causada por la pandemia, pero es otro factor el que obliga a la gigante compañía a tomar esta decisión.

La escasez de microchips semiconductores a nivel mundial está causando igual o mayor impacto a las economías y prácticamente todas las industrias al que tuvo el COVID-19. La ausencia de un elemento tan diminuto pero indispensable influye en un efecto dominó que involucra a virtualmente cualquier sector del aparato productor.

La crisis acentuada en la producción de chips fue subestimada por GM y los demás manufactureros de automóviles. Sin embargo, el resurgimiento de la variante Delta en el sureste de Asia obligó a las principales fábricas de chips a cerrar. El caótico escenario paraliza la producción del fabricante de autos más grande de los Estados Unidos.

Sin tratarse de un virus mortal y altamente contagioso, la ausencia de los diminutos y sus consecuencias se hacen sentir como una extenuante pandemia. Los automóviles modernos cada vez se fabrican con más elementos computacionales, ahí lo imprescindibles que son los semiconductores.

Pero la mayúscula preocupación no se ejerce por casos encapsulados en la industria de automoción. La interconexión entre industrias, la naturaleza computacional de los procesos industriales modernos y la necesidad omnipresente a la producción masiva se conglomeran en una peligrosa combinación cuando los chips no están.

Solo un puñado de plantas de GM permanecerá abierto en este lapso de tiempo. Las plantas respectivas producen camionetas y modelos deportivos de General Motors como el Camaro y Corvette. Con esta maniobra GM busca priorizar los chips que tienen en inventario para sus vehículos más demandados.

Una grave consecuencia de toda la situación manifestada en los últimos meses es el reflejo en los precios de los automóviles. En los Estados Unidos y países de Europa los precios de los vehículos están en alzas históricas, causadas por la producción limitada como medida para combatir la escasez de chips.