Hassan Rouhani, presidente de Irán, habló sobre las capacidades del país para purificar el uranio hasta un 90%, un grado esencial para el desarrollo de armamentos nucleares. El anuncio llega como una aclaratoria en caso de que los reactores nucleares iraníes requieran de tal pureza, sin embargo, Rouhani aclaró que Irán busca la recuperación del tratado nuclear del 2015 que otorga límites en el programa atómico.

Efectos colaterales de intentos fallidos

La situación geopolítica de Irán es compleja luego de las sanciones dictadas por la presidencia de Donald Trump en los Estados Unidos, cuando la potencia norteamericana atacó y prohibió emprender negocios con instituciones esenciales para la economía iraní, sumiendo al país del Oriente Medio en un cataclismo económico.

Señalando a Irán como artífice y cooperador de actividades criminales y terroristas, las sanciones llegaron casi al mismo momento cuando Trump decide retirar a los Estados Unidos del tratado nuclear pactado en el 2015. Las conversaciones para restablecer el tratado acontecieron en junio, funcionando diplomáticos de otros miembros como puentes para acuerdos entre Irán y Estados Unidos. Las conversaciones, a pesar de ser un avance, no concretaron acuerdos entre ambas partes.

Rouhani advierte sobre su sucesor

“Ellos perdieron la oportunidad de alcanzar una aprobación desde este gobierno. Nosotros lo lamentamos profundamente haber perdido esta oportunidad, ” comunicó Rouhani a una agencia de noticias iraní, refiriéndose a su sucesor electo, Ebrahim Raisi, quien asumirá el 5 de agosto y es reconocido por su radicalismo.

En Irán, es el líder supremo Ayatolá Alí Jamenei quien tiene la última palabra en las políticas nucleares del país, no el presidente. Tanto Jamenei como Raisi respaldan las negociaciones indirectas con Washington, en búsqueda de hacer sucumbir a su actual enemigo en plena complacencia con los acuerdos nucleares.

El poder de Irán sobre las conversaciones nucleares

La sexta ronda de conversaciones nucleares acontecieron en junio en Viena, aún no se ha establecido una fecha para la nueva ronda de negociaciones, lo único cierto es que ahora será Raisi quien represente a Irán en tal momento. Se especula una postura más fuerte de Raisi con respecto a los acuerdos, lo que amenaza los avances alcanzados hasta ahora.

Oficiales iraníes que estuvieron en Viena alegan que varios miembros de la comitiva nuclear serán reemplazados por oficiales más radicales. Con la gente de Raisi en acción, se espera una menor flexibilidad y un incremento en demandas de concesiones. La nueva administración en Irán negociaría mantenerse al margen de la amenaza nuclear a cambio del levantamiento de todas las sanciones impuestas desde Norteamérica.