El gobierno de los Estados Unidos vendió la única copia física del álbum “Once Upon a Time in Shaolin” del súpergrupo de rap Wu-Tang Clan en una subasta federal. Esta copia era una de las posesiones incautadas al ejecutivo farmacéutico Martin Shkreli, quien fue aprehendido y llevado a corte federal en el 2017.

El Departamento de Justicia no hizo anuncio alguno sobre la suma conseguida en la subasta, como tampoco acerca del comprador de la copia del álbum. Una fuente confidencial presente en la subasta señaló que la ganancia de la venta servirá para apaciguar la orden de pérdida litigada contra Shkreli, valorada en unos $7.4 millones.

El álbum en cuestión es el único ejemplar en físico comercializado por la icónica agrupación de rap Wu-Tang Clan, fundada en Nueva York en 1993 debutando con el álbum de platino Enter the Wu-Tang (36 Chambers). Esta especial versión de Once Upon a Time in Shaolin incluye una caja de plata elaborada a mano, un manuscrito de cuero con las líricas de los temas y un certificado de autenticidad.

Shkreli adquirió la copia en el 2015, objeto comercializado como “una obra de arte”. El motivo detrás de esta original idea de lanzar una copia única del álbum es la intención de la agrupación de “lanzar una pieza de arte que nadie más haya lanzado en la historia de la música moderna.”

Jacquelyn Kasulis, fiscal de los Estados Unidos, declaró ante la prensa que “Shkreli ha sido culpado y está pagando el precio de haberle mentido y robado a inversionistas para enriquecerse.” En el 2015, Martin Shkreli compró el álbum del Clan por $2 millones.

El ejecutivo farmacéutico fue aprehendido por fuerzas de seguridad encargadas de fraudes y conspiraciones. El hecho ocurrido en el 2017 fue principal tema de discusión en los noticieros norteamericanos y financieros al darse a conocer que Shkreli habría estafado a inversionistas por más de $10 millones entre el 2009 y 2014.

En el 2018, casi un año después de su aprehensión, el ejecutivo fue condenado a 7 años en una cárcel federal. Se ordenó el pago de una fianza de $750.000 sobre la orden de pérdida cercana a los $7.4 millones.

Los hechos delictivos se remontan a la época en la que Shkreli fue CEO de Retrophin, una compañía biotecnológica y de Turing Pharmaceuticals, cuando ordenó el incremento de un fármaco para el tratamiento del sida de $13 hasta $750 por cada pastilla.