La pandemia puede estarle haciendo una mala jugada de nuevo al mercado global del petróleo. Significando una posible etapa donde el precio se vea exponencialmente en caída al pronosticar una preocupante escases de demanda por parte de los participantes del mercado, luego de una semana pasada de caída del precio del 7% y el arranque de la actual semana en un 4%.

Posterior a un rally en los precios del crudo que parecía ser invencible, los meses en los cuales esta racha positiva duró se vieron detenidos estrepitosamente por la caída del 7% de la semana pasada. Esta tendencia de ganancias no parece volver rápidamente por lo que se vislumbra en el panorama mundial.

La tendencia actual de los participantes del mercado es la de revisar repetidas veces sus papeles de datos y estadísticas y preguntarse de manera austera cómo se comportaría la demanda a corto plazo. Ante las próximas restricciones y cuarentenas declaradas en las potencias europeas, este comportamiento anticipa una caída drástica en la demanda.

La noción básica de un mercado petrolero, como el de cualquier otro rubro, se basa en el incremento del precio como respuesta a una demanda alta. Cuando la producción de un producto – petróleo en este caso – es mayor a la demanda del mismo, entonces el precio baja.

Con la curva ascendente de la pandemia en Europa y vacunación lenta ante el Covid, el consumo  de barriles especulado por refinerías y consumidores en el bloque europeo se ve afectado, preocupando en sus proyecciones a corto plazo una vez todas las normativas de restricción vuelvan a tomar efecto.

Cuando se presenta un rally en precios sostenido durante meses, como fue el precio del crudo, las ganancias son abismales, pero también abismales son las inversiones – cuyas naturalezas y modos de pago pueden variar de manera infinita – que se realizan a partir de estas ganancias, y con la proyección de que se mantengan en un porcentaje de ganancia por tiempo prolongado.

En el caso del petróleo, su precio creció de manera exponencial por los recortes de producción acordados por parte de la OPEP, la promesa de una reapertura de la economía post-Covid y los incentivos de ayuda económica de los Estados Unidos que se venían realizando.

El crecimiento del precio del crudo aparenta haberse adelantado a la crisis, y es el avistamiento de esta nueva ola pandémica y escasas esperanzas de hacerle frente con vacunas lo que intuye que la demanda se verá afectada. En este caso, la inminente crisis de este nuevo bloqueo en Europa se adelanta al precio del petróleo.