El líquido refrigerante es indispensable para surtir al sistema que mantiene la temperatura correcta en el motor del automóvil, esto le permitirá funcionar por largo tiempo con un excelente rendimiento. Este líquido con aspecto alienígeno se vierte en un tanque especial que se conecta con un sistema de mangueras para apaciguar la temperatura que se incrementa por la fricción de los elementos de un motor.

A pesar de ser un líquido especial, del que a primera instancia llegáramos a pensar que no se debe consumir como en el caso del agua normal, el refrigerante sí parece consumirse y lo vemos en el nivel de nuestro tanque que ha bajado y no entendemos por qué sucede esto.

Es normal que el nivel del refrigerante baje

Primero que todo, es importante establecer con claridad que perder tu líquido refrigerante no es señal que tu motor está averiado. Es común que este líquido – al ser un líquido al fin y al cabo – se evapore por las subidas y bajadas de temperatura.

Hay que tomar en cuenta que el sistema de refrigeración es un circuito completo conformado por el vaso de expansión, bomba de agua, mangueras, termostato y el radiador. Todo este sistema funciona en conjunto para mantener la temperatura del motor constante en 90 grados centígrados, su principal elemento: el líquido refrigerante.

¿Cuándo debería preocuparme por una avería?

Si observas que el líquido refrigerante ha disminuido considerablemente en un corto lapso de tiempo, entonces es momento de observar y empezar a hacer pruebas para detectar la posible falla. Comúnmente, una avería se presenta con el refrigerante disminuye su nivel drásticamente antes de que el automóvil llegue a los 15.000 kilómetros anuales.

Métodos para detectar fugas de líquido refrigerante

El primer paso a realizar es llenar el tanque del refrigerante para luego observar con cuidado si el líquido se fuga desde el recipiente de forma evidente. Al no ver ninguna fuga directa en el depósito donde se vierte el líquido, entonces se debería proceder con un dispositivo de diagnóstico de automóviles.

La avería también puede estar en la bomba, por lo que en este caso se trataría de una fuga diminuta que no se aprecia a simple vista. Para esto primero hay que comprobar que las mangueras no estén rotas o con porosidades que obliguen a la fuga del refrigerante, si no hay ninguna rota, entonces al rodar el auto y ver el rendimiento del refrigerante con el tiempo se podrá determinar si se trata de la bomba.

Otra posible avería puede estar en el radiador, de ser así, la gotera se puede apreciar claramente en el suelo debajo del coche y un olor característico del refrigerante.

Un caso extremo e infortunado – en el que el panorama se complica – es que se presente una fuga en la junta de la culata. Esta avería sí es preocupante y debe atenderse inmediatamente porque significa que el anticongelante está pasándose a los cilindros del motor mezclándose con el combustible, lo que puede perjudicar seriamente al motor.