Es común ver en la NBA, la ascendencia de franquicias que llegan a dominar su respectiva conferencia hasta apaciguar la competencia en una dinastía de reinados consecutivos, y normalmente de la mano de una superestrella que lidera como se pudo apreciar con Michael Jordan y los Chicago Bulls, Larry Bird y los Celtics y demás. Este pudo ser el caso de Russell Westbrook, pero simplemente el éxito se ha mantenido ajeno a él.

Ya con 32 años y su paso por un tercer equipo, la ascendencia del joven Westbrook con el Oklahoma City Thunder y compartiendo equipo con estrellas como Kevin Durant y James Harden, las expectativas sobre Westbrook eran las de estar presenciando una futura leyenda del deporte. En el 2019, fue cambiado por Chris Paul hacia los Houston Rockets, para luego ser transferido esta temporada a los Washington Wizards, franquicia de poca relevancia en los últimos años.

¿Qué sucede con Russell Westbrook?

Ver una figura tan talentosa, que deslumbra genialidades sobre las tablas de la arena de básquet pero que no logra consumar un campeonato y ganar el último partido de la temporada es algo que solo puede descubrirse ampliando el juego con la lupa analítica y fijándose en una crucial falla en el juego de Russell Westbrook: sus tiros en salto.

Los intentos de tiros desacertados han aquejado la maravillosa carrera de Westbrook, como un ancla que se activa descontroladamente y detiene un yate de lujo. Comparándolo con los demás tiradores de la NBA – contando también su rango de salario – Westbrook es el tirador de salto con menor eficiencia en toda la NBA.

Tomando como muestra a los 66 jugadores que han intentado al menos 400 tiros en salto en lo que va de temporada en la NBA, el último lugar desdichadamente está reservado para Westbrook, con una efectividad de solo el 40.7% en 621 intentos de tiros en el aire.

¿Cómo afectan estos tiros en salto en su desempeño?

Interpretando la palabra desempeño como generar puntos para su equipo, Westbrook es un astro generando la mayor cantidad de pases y oportunidades de tiros para los Wizards. A pesar de que claramente Bradley Beal es el máximo anotador de Washington, Westbrook es el más productivo al combinar los puntos anotados por él mismo y los que asiste a su equipo.

Sin embargo, al interpretar desempeño como las oportunidades que desperdicia en sus propios tiros en salto, hay que partir entendiendo al baloncesto como un deporte de un intercambio constante y casi instantáneo entre ofensiva y defensiva. Es decir, desperdiciar un tiro arroja altas probabilidades de perder completamente la jugada ofensiva, por lo que ahora hay que defender. Si Westbrook anota solo el 40% de los tiros que hace en el aire, esto se ve reflejado en los puntos que los Wizards dejan de anotar y subsecuentemente deben defender inmediatamente pierden 2 o 3 puntos a su favor.

A pesar de esto, Russell Westbrook es uno de los mejores escoltas de la liga, arrojando grandes estadísticas en asistencias y con la sorprendente marca de triple-doble en las últimas cinco temporadas. Sin embargo, en el basketball gigante es la responsabilidad de un equipo que recae en una estrella y líder que no puede encestar ni la mitad de los tiros que hace en salto.