La pandemia del COVID-19 forzó cambios en todos los ámbitos del movimiento humano alrededor del planeta. Las economías, sistemas políticos y de salud como el ecosistema social de cada nación. Otro de los aspectos que han sido alterados para bien o para mal es la práctica laboral de las personas, otorgando un espacio al trabajo remoto que difícilmente recuperarán las oficinas al normalizarse por completo la situación.

Las compañías de Silicon Valley, epicentro del desarrollo tecnológico en América y hogar de las compañías de máximo calibre en la industria, se enfrentan a una compleja problemática a causa de la nueva realidad del trabajo remoto: convencer a sus empleados de trabajar en las oficinas de sus sedes.

Uber es la última en una larga lista de tecnológicas americanas en exigir a sus empleados cumplir jornadas de trabajo en las oficinas de la compañía alrededor del globo. Apenas tres meses antes, la compañía que ofrece servicios de transporte particular en vehículos, exigió a sus empleados cumplir al menos tres días de trabajo en oficina, pero la oferta fue cambiada.

Actualmente, el dictamen parte en dos opciones para el empleado de Uber. Una opción es la de aplicar por un trabajo completamente remoto, la otra opción es la de elegir una de las otras oficinas a disposición de la compañía antes de la pandemia. Este nuevo esquema de trabajo presencial le exige al empleado trabajar – al menos – un 50% de la carga laboral en oficina, con una amplia flexibilidad de manejo de días y horas a preferencia del trabajador.

Irónicamente, las compañías de Silicon Valley desarrollan los productos y herramientas que permiten a los humanos poder trabajar desde sus casas, salvando las finanzas de millones de personas durante la pandemia. Hoy en día, son los desarrolladores los que proponen nuevas iniciativas para que sus propios trabajadores regresen a sus sedes.

Al igual que Uber, otras compañías del reconocido epicentro de desarrollo tecnológico, como Google, en un principio ordenaron a sus trabajadores regresar a las oficinas pre-pandemia, para luego permitirles aplicar por trabajos remotos a tiempo completo o cambiar de sede.

Otros gigantes de Silicon Valley como Facebook y Twitter adoptaron el trabajo remoto a tiempo completo como un factor fundamental en su estrategia de reapertura post-COVID.  Apple, por su parte, exigirá a sus empleados trabajar al menos tres días a la semana en cualquiera de sus oficinas.