El sistema de suspensión de un automóvil, constituyen el conjunto de elementos que relaciona las ruedas del auto y el chasis, absorbiendo las irregularidades de la vía. Esta cuenta con amortiguadores y resortes o brazos de suspensión como sus partes más importantes.

Los baches, reductores de velocidad, piedras e incluso el paso del tiempo y el uso que se le dé al auto, provocan que comiencen a surgir ruidos extraños y tenga menos adherencia al suelo. Todos los golpes que reciben las llantas al circular en un terreno difícil afectan directamente a la suspensión, provocando un deterioro de las piezas y en determinado plazo su avería por completo.

Un sistema de suspensión en mal estado, ya sea por un desgaste excesivo o por alguna avería puntual, puede ser muy peligroso. Las fallas en la suspensión se sienten al conducir como sonidos en ella o al notar que se ha perdido flexibilidad.

Debemos verificar que la suspensión siga trabajando de forma correcta para garantizar tanto la duración del vehículo como la seguridad de sus pasajeros. A continuación algunos síntomas que revelan posibles daños y una guía sobre el diagnóstico y mantenimiento de estos elementos vitales de la conducción.

Cómo saber si la suspensión de tu auto está dañada

Síntomas:

El auto está desnivelado.

En casos extremos, podría deberse a que uno de los brazos de la suspensión, brazos metálicos que conectan las ruedas al chasis, se haya doblado o partido. En este caso el auto presentará un ángulo extraño en una de las ruedas o estará completamente hundido. Conducir el auto en ese estado es extremadamente peligroso y puede dar lugar a averías más graves en otros componentes.

Se escuchan ruidos extraños al pasar por baches o en curvas.

Si tu auto hace ruidos extraños al pasar por encima de un bache o en plena curva, hay problemas que demandan tu intervención. La lista de fallos posibles no es pequeña, pero una de las causas más habituales son cojinetes en mal estado. Estos componentes de goma se desgastan y pueden llegar a romperse, en cuyo caso escucharás golpes metálicos cada vez que pases por encima de un bache.

Desgaste anormal de los neumáticos.

Fíjate habitualmente en el desgaste de la banda de rodamiento de los neumáticos. Si el problema es de una presión incorrecta, los neumáticos estarán desgastados por los extremos o por el centro, pero un desgaste irregular podría evidenciar un problema con la suspensión. Esto se debería a un brazo doblado, un cojinete en mal estado o unos amortiguadores desgastados: normalmente el problema se descubre con una simple inspección visual.

La dirección no responde correctamente.

Si percibimos al conducir que el vehículo se dirige hacia un costado sin estar moviendo el volante o si al conducir a 80 kph da sensación de navegación, es decir, el vehículo se cruza hacia un lado y luego hacia el otro sin mover el volante, son síntomas fallas en las rotulas o terminales que requieren de cambio inmediato.

Mala alineación de la rueda:

Las ruedas deben estar orientadas en la dirección correcta, y alineadas en convergencia e inclinación. Si no lo están, su dirección no estará centrada y el desgaste de los neumáticos aumentará. Las ruedas se desalinean por baches y bordillos.

Diagnóstico

Cómo saber si la suspensión de tu auto está dañada

Los daños de los componentes de la suspensión suelen ser más evidentes y notorios, a la vez que más fáciles de reparar pues son partes que trabajan a la vista. Por lo tanto, es menos factible que te embarquen en reparaciones innecesarias ya que uno mismo puede ver las partes dañadas y son sistemas que trabajan de manera independiente por lo cual el diagnóstico es más fácil.

Hay tres grupos de elementos. Los de la suspensión propiamente dichos que son las horquillas que conectan a las ruedas con el chasís y los transmisores del movimiento de la dirección llamados terminales.

Un segundo paquete lo forman los acumuladores del peso y energía del vehículo que son los muelles, de cualquier tipo, y los amortiguadores que frenan su movimiento cíclico. Finalmente, ubiquemos los elementos motores, como el eje trasero, los delanteros en el caso de la tracción en ese punto y los sitios por los cuales transitan que son los rodamientos respectivos.

Horquillas.

Estas tienen en sus puntas interiores bujes de caucho y un alma de acero que se gasta y es sustituible. Pero no se sorprenda con encontrar horquillas o brazos que vienen ensamblados con las articulaciones y se cambian completos.

Juntas de rótula:

Estos son puntos de pivote que sujetan la suspensión a las ruedas, y absorben parte del impacto del movimiento hacia arriba y hacia abajo y giran a medida que cambia el ángulo de dirección. Se nota su falla y en consecuencia que necesitan ser reemplazados cuando pueda oír golpeteos, vibración de las ruedas, especialmente al girar. Sabrá que esperó demasiado tiempo si una junta de rótula se rompe y las partes de la suspensión se arrastran por el pavimento. Cuando se rompe el caucho que protege las rótulas de las horquillas o los terminales de dirección, el agua y la mugre rápidamente los deterioran. Un mecánico puede decirle si necesita ser reemplazado por la cantidad de movimiento de la rueda que pueden forzar a mano o, en algunos casos, por indicadores de desgaste en las juntas de rótula.

Brazos de control:

Estas son bisagras que sujetan las ruedas al bastidor y conectan la dirección a las ruedas, de modo que cuando gira una, la otra responde. Los bujes del brazo de control inferior son componentes importantes de la suspensión y son más propensos a desgastarse en los automóviles con tracción delantera que en los automóviles con tracción trasera. Bujes son piezas de goma y/o metálicas que ayudan a absorber los golpes, y cuando se desgastan, pueden causar problemas de manejo y acelerar el desgaste de los neumáticos. Lo mismo un brazo de control doblado. Los signos de desgaste incluyen golpes o sonajas -Porque las ruedas se mueven hacia adelante y hacia atrás en aceleración y frenado y dirección floja, imprecisa.

Amortiguadores.

Cuando el muelle o resorte se mueve, genera un efecto de reacción que es necesario frenar ya que, de lo contrario, el auto empieza a bambolearse y es incontrolable. Es frecuente confundir suspensión con amortiguación y pensar que estos segundos son los encargados de hacer el auto flexible. Los muelles son los que reciben el impacto de los baches y la transferencia de peso. Los amortiguadores solo la controlan.

Los amortiguadores presentan cuatro tipos de daños.

Uno, los cauchos de los montajes sobre la carrocería suelen generar muchos ruidos cuando se gastan o se han colocado mal después de una reparación, cosa bastante frecuente. Otro, golpeteo del amortiguador internamente cuando sus partes están gastadas. En casos de golpe se pueden torcer los ejes, momento en el cual se bloquea y se siente como si el auto no tuviera resortes pues empieza a seguir todo el contorno de la ruta.

Muelles.

Son los que sostienen el peso del automóvil y, a medida que se desgastan, pueden caerse o romperse. Los hay de tres tipos: espirales, barras de torsión u hojas. Los más vulnerables son estos últimos ya que se parten con alguna frecuencia, en especial cuando están prestando servicios en vehículos de carga. Los espirales y las barras de torsión rara vez se rompen. Si su automóvil está en una superficie nivelada pero una esquina está más baja que las otras, es una señal de que el muelle está dañado. Puede medir la altura de las esquinas para confirmar su señal visual.

Barra estabilizadora.

Esta pieza se encarga de transmitir el peso que está soportando una rueda, la exterior de una curva, a la opuesta y de esta manera controla la inclinación de la carrocería en esas condiciones. Con mucho maltrato, se puede partir o torcer pero es una condición extrema poco usual. Lo que se daña son los acoples o uniones al chasís o los cauchos intermedios de su fijación al chasis.

Grupo Rodamientos.

Los ejes a los cuales van acopladas las llantas giran sobre un rodamiento. Los hay de bolas de una sola pieza o de rodillos, que son cónicos y vienen generalmente separadas las partes del rodamiento en sí y la pista sobre la cual trabaja. Estos tienen una vida útil bastante decente. El rodamiento se daña fundamentalmente por pérdida de lubricación. Bien sea que la grasa se sale porque el sello o el retenedor se dañaron o fue mal instalado o porque no es suficientemente preciso y deja que entren el agua y la mugre.

El síntoma es un ruido cuando está seco de grasa y se identifica dejando rodar el auto con el motor apagado en un sitio silencioso. Por lo general, al cruzar el auto en el sentido opuesto al del ruido, este debe aumentar, lo cual indica que hay juego en el rodamiento y que su apoyo está dañado. Cuando están muy gastados, sobre todo los de bolas, el juego que existe en el conjunto del freno-rin-llanta permite que el ángulo de cámber o apoyo vertical de la llanta contra el piso cambie y el auto es muy inestable y hay ruidos. Si está muy fuerte el juego, al tomar las curvas ese movimiento separa las pastillas de los frenos y cuando se oprime el pedal, este se va al piso. Muchos problemas de frenos son de rodamientos por esa razón.

El tren trasero.

Dependiendo de su diseño y construcción, el tren trasero es más o menos complejo pero cuando se trata de repararlo, llegamos al mismo tiempo de componentes que van adelante y aplican las mismas fórmulas de diagnóstico y arreglo.

Como principio, si el auto tiene un eje rígido, o sea, las dos ruedas traseras van conectadas a una misma pieza que ahora suele ser flexible, hay solamente unos bujes de caucho en los brazos de conexión, el amortiguador y el resorte. Cuando es suspensión independiente, forzosamente habrá brazos y articulaciones similares a las delanteras que se atienden en la misma forma. En este caso, el tren trasero es susceptible de alinearse tanto como el delantero.

Ejes (o Semiejes transversales).

En los autos tiene tracción delantera obliga a que haya unos ejes que comunican el torque del motor y el giro a las ruedas. Como esos ejes se deben mover a la par con las suspensiones y, además, girar con las ruedas direccionales, tienen que llevar articulaciones que manejan de manera simultánea esos movimientos.

Las juntas homocinéticas mantienen una velocidad constante en cualquier posición y son deslizantes para que asuman el cambio de longitud cuando suben y bajan las suspensiones. Estas juntas sufren mucho porque asumen todo el trabajo. Esas uniones vienen encerradas en un guardapolvo de caucho especial y rellenas con una grasa también específica. Si el guardapolvo se rompe, la grasa sale rápidamente por la fuerza centrífuga que se produce al girar y la unión se funde o daña en pocos kilómetros.

Cardan o Árbol de Transmisión.

En los automóviles y vehículos pesados de motor delantero y tracción trasera, existe este elemento que comunica el movimiento a lo largo del auto. Obligatoriamente tiene que tener crucetas, que le permiten moverse para recibir los movimientos de la suspensión trasera o para acomodar los ángulos que hay en el montaje de la caja de velocidades y el diferencial.

Algunas de esas crucetas eran de engrase pero ahora vienen selladas y cuando se dañan se manifiestan vibraciones que van y vienen según se acelere o suelte el pedal. Es fácil ver que hay juegos y la pieza se cambia completa. No tiene arreglo.

Consejos para cuidar esta parte vital de tu auto.

Límites de velocidad.

Si la calle es regular podrás respetar los límites de velocidad sin problema. Si está llena de hoyos, se recomienda reducir la velocidad para poder esquivar estos desperfectos.

Los baches.

Lo ideal es esquivarlos, si por alguna razón ya no puedes hacerlo trata de pasarlos lo más lento posible así evitarás dar un golpe al auto. Si caíste en el hoyo a muy alta velocidad trata de identificar inmediatamente ruidos extraños o fallas en la dirección también, si hay posibilidad, oríllate y revisa la llanta afectada y el rin por posibles abolladuras y abultamientos. Cuando hay conciencia de haber sometido el sistema a un golpe fuerte o un trato duro prolongado y se han cambiado muchas veces los terminales y rótulas, no está por demás verificar el estado de los brazos y horquillas, porque pueden estar torcidos ligeramente y eso daña la alineación. Usualmente estas partes duran lo que el auto, pero no son inmunes al abuso.

Revisiones periódicas.

Una incorrecta presión de las llantas, afecta directamente a los amortiguadores. Es conveniente hacer la alineación del automóvil en el taller correspondiente, en el pueden detectar los fallos en la suspensión.

Mantenimiento preventivo.

La Suspensión como todas las partes necesita un servicio cada cierto tiempo. No esperes a que esté dañada para llevarla con un mecánico. En estos componentes no hay arreglo diferente al cambiarlos y siempre se debe hacer por parejas. Siga las instrucciones de montaje rigurosamente, compre siempre las mejores porque hay mucho repuesto de baja calidad en el mercado que no solo es peligroso sino que hay que cambiarlo más veces contra la vida de uno original. Hace mucho tiempo estas piezas tenían un engrase periódico pero ahora vienen selladas y son desechables.

Respeta la capacidad de carga.

Cada auto está diseñado con una capacidad de carga específica. Someterlo a peso extra de pasajeros y equipaje de forma constante produce daños en los en los que componen la suspensión.