Se cree que las llantas son las que cargan con el peso, sin embargo, la presión de aire es lo que sostiene el peso del vehículo.

¿Le han ofrecido llenar sus neumáticos con gas nitrógeno en lugar de aire? Muchas tiendas ofrecen este servicio de pago y cada vez más y más conductores se preguntan, ¿tiene algún efecto? Supuestamente, le evita tener que comprobar la presión del aire, ya que nada se puede escapar.

Cada vez que un auto es llevado al servicio mecánico, los expertos preguntarán si los neumáticos se rellenarán con nitrógeno o aire normal. ¿Cuál es la diferencia? ¿En qué ayuda el nitrógeno? ¿Vale la pena invertir en nitrógeno en vez de aire común?

Si un neumático está dañado, el tipo de gas no ofrece ninguna ventaja en absoluto; y un daño es usualmente detectado comprobando la presión del neumático, comprobación por tanto necesaria cuando los neumáticos están llenos con gas.

El problema con el aire común

El problema con el aire no es la cantidad de oxígeno remanente sino el vapor de agua que va usualmente mezclado en el aire. De hecho, los compresores suelen generar agua que se debe drenar con frecuencia, y muchas veces cuando uno saca el aire de la llanta o desinfla rápidamente algún objeto, sale agua.

¿Conoces la diferencia entre aire y nitrógeno para las llantas de tu auto?
Ilustración por rezulteo

Estos vapores de agua cambian de comportamiento con el calor, que en la llanta se deriva de la energía que se genera en sus carcasas que cambian de forma de manera infinita al girar para pisar la calle. La llanta, cuando funciona, no es redonda como parece porque cuando pasa por el pavimento se aplana y genera el parche de contacto.

El movimiento interno de las partes de esa carcasa en ese momento produce calor al rozar sus fibras metálicas cuando cambian de posición y la temperatura aumenta con la velocidad con la cual sucede ese aplastamiento. En un auto de carreras, a altísimas velocidades, la llanta puede llegar a los 100 grados centígrados y en ese momento los vapores de agua han cambiado molecularmente de funcionamiento y producen un aumento de presión o fuerza contra la carcasa interior que evita que esta se deforme o que no lo haga de una manera predeterminada.

Nitrógeno para neumáticos

Es importante saber que el aire está conformado por 78% de nitrógeno, 21% de oxígeno y 1% de otros gases, lo que significa que no habría mucha diferencia en inflar las llantas con aire o con nitrógeno, porque una llanta inflada con aire cuenta con más cuatro quintas partes de nitrógeno. Sin embargo, sí existen razones para usar nitrógeno puro en los neumáticos:

  • En las llantas con nitrógeno, las moléculas que tienen no se expanden, por lo que no hay deformación en la banda de rodamiento ni en las caras de la llanta.
  • El nitrógeno tiene menos probabilidades de escaparse por el caucho de las llantas, lo que significa que las presiones de los neumáticos se mantendrán más estables a largo plazo.
  • El nitrógeno mantiene la inflación más consistente a medida que los neumáticos se calientan con el transcurso de las millas. .
  • El nitrógeno ayuda a mantener los niveles de presión estables en los neumáticos por mucho más tiempo, lo cual ayuda a ahorrar combustible. Conducir un vehículo con neumáticos con baja presión aumenta la resistencia en las ruedas, lo cual impide la rotación y demanda más combustible.
¿Conoces la diferencia entre aire y nitrógeno para las llantas de tu auto?

La desventaja, cómo no, el precio. Afortunadamente, y aunque hay excepciones – sí, todavía hay estaciones de servicio en las que te cobran por poner presiones a tus neumáticos – el aire es gratis, mientras que inflar las ruedas con nitrógeno cuesta entre 3 y 6 dolares por neumático.

Conclusión

Inflar las llantas con nitrógeno o con aire es bueno, pero inflar las llantas con nitrógeno es mucho mejor. Si por cualquier motivo debes inflar tu llanta de nitrógeno con aire no hay ningún problema, ambos son compatibles pero evidentemente, pierdes las ventajas de haber inflado con nitrógeno. El aire ayuda, pero, si puedes, el nitrógeno es mejor. Si quieres probarlo, y tienes localizado dónde inflar tus ruedas con nitrógeno (y dónde reponer en caso necesario) tampoco es una inversión tan grande, puedes probar. No esperes notar nada durante la conducción, y serás tú el que tendrá que evaluar por comparación si realmente aprecias una mayor estabilidad en las presiones de las ruedas con el tiempo –puede variar mucho en función del tipo de neumático y de la conducción–. Pero recuerda, aunque utilices nitrógeno, debes seguir comprobando las presiones, inicialmente al menos una vez al mes.