Hace solo unos días, miles de millones de toneladas de gas sobrecalentado fueron disparadas desde el sol, con dirección a nuestro planeta, con una velocidad de 90 millones de millas. Esta peculiar erupción es conocida como eyección de masa coronal, que no fue poderosa exactamente en la escala del clima espacial, pero, cuando golpeó a la Tierra, provocó la tormenta Geomagnética más fuerte en muchos años.

Aunque esta vez no hubo mucha interrupción de frecuencias y muy pocas personas realmente saben qué sucedió, pero algo que hay que resaltar es que, el sol ha despertado de un sueño de años.

Si bien son invisibles para todas las personas que habitamos el planeta Tierra, las ondas geomagnéticas que azotan al planeta por medio de las tormentas solares, puede paralizar las redes eléctricas, bloquear las comunicaciones por radio, cubrir a las tripulaciones de las aerolíneas, en niveles altos y riesgosos de radiación y derribar satélites de manera crítica.

Si, el sol comenzó un ciclo nuevo el año pasado, de 11 años, pero a medida que alcanza su punto máximo en el año 2025, crece el preocupante espectro de un clima espacial que sin duda dejará estragos en los seres humanos y sobre todo con la amenaza de un mundo que cada día depende más de la tecnología desde que las últimas tormentas golpearon fuertemente.

Tormentas solares golpean al planeta, ¿En que afecta a la tecnología?

Cabe recalcar que el peligro no es hipotético, ya que en 2017 una tormenta solar golpeó al planeta, haciendo que todas las señales de radiofrecuencia quedaran estáticas en el preciso momento que el huracán Irma de categoría 5 impacta en el Caribe.

En el 2015, las tormentas solares destruyeron los importantes sistemas de posicionamiento global (GPS), en todo el noreste de Estados Unidos.

Los pilotos y la tripulación en general de las aerolíneas son fuertemente afectadas, ya que los pilotos corren mayor riesgo de desarrollar cataratas, cuando las tormentas solares los golpean, en cuanto a la tripulación femenina, corren un alto riesgo de sufrir abortos espontáneos. Al igual que muchos otros sucesos causados por tormentas solares, como el caso del apagón de 9 horas en Quebec o los fuertes apagones registrados en el mundo, pero sobre todo en Estados Unidos.

¿Cómo evitar el daño de las tormentas solares?

La administración del ex presidente Barack Obama, estableció una estrategia para concientizar el peligro de las tormentas solares y los peligros detrás de ellas, así como evaluar los riesgos que presentan para la población. El año pasado el ex presidente Donald Trump dio paso firme al proyecto de ley ProSwift, que tiene como principal objetivo desarrollar tecnologías que ayuden con la medición del clima espacial en general.

También hay debates muy interesantes de científicos sobre qué tanto se puede hacer para proteger las partes más vulnerables de la infraestructura del planeta en los efectos de las tormentas solares, como el uso de metales no magnéticos en las instalaciones eléctricas o transformadores, porque, al final afirman que la mejor defensa sin duda es una mejor prevención.

Tormentas solares golpean al planeta, ¿En que afecta a la tecnología?

En Estados Unidos y Reino Unido, en los últimos 15 años se han dado a la tarea de construir centros especializados en clima espacial, que brindan información vital para proteger aerolíneas, satélites e instalaciones eléctricas, pero sobre todo a cualquier persona amenazada por las erupciones solares.

Sin embargo, el director del Centro de Predicción del Clima Espacial de Estados Unidos dijo: “Nuestra capacidad para comprender y predecir el ciclo solar aun es muy limitada”

Para finalizar, como dato: La tormenta solar más poderosa jamás registrada dio como resultado el evento Carrington de 1859, cuando las líneas de telégrafo se electrizaron, dando una descarga eléctrica a todos los operadores y prendiendo fuego a todas las oficinas de América del Norte y Europa. Si una tormenta de esa magnitud golpeara hoy día, probablemente dejaría sin electricidad no a millones de personas, sino a miles de millones de personas por un lapso de tiempo muy largo, tal vez de días o semanas.