The Guest: Dicen que el demonio viene del Este

“A partir de hoy, todas las noches sentirás el dolor de ser apuñalado. Si nos ves una segunda vez, esas puñaladas aparecerán en todo tu cuerpo. Si nos ves una tercera vez, morirás.”

El otro día, Netflix me notificó que había una serie que podría interesarme: The Guest. Y no, no confundir con la película. La traducción sería “El huesped sobrenatural” y podría catalogarla, sin miedo a equivocarme, como una muy buena serie de exorcismos, de esas que hacen falta en la vida de cualquier amante del género.

He estado pensando cómo empezar este artículo y no irme por las ramas, pero es necesario plasmar lo que sentí mientras miraba esta serie. Por primera vez, la idea del demonio dentro de una persona me incomodó. A ver, todos hemos visto los grandes clásicos del cine, como El Exorcista. Soy fan de esta película y del libro en que se basa, en serio; pero siempre tuve la pequeña pregunta latente arruina inmersión que, estoy más que segura, todos nos hemos preguntado:

¿Por qué?

¿Por qué el gran Pazuzu, señor de las huestes demoniacas, se metería en una adolescente de 13 años, la haría hacer malabares y, finalmente, permitiría que se quedase atada? Y sí, la idea de “el demonio obra de formas misteriosas” le quita intimidación a la criatura.

Lo mismo pasa con Emily Rose quien, segun ella tiene al espíritu que estuvo en Hitler, al que estuvo en

Caín, al mismísimo Lucifer, y lo único que hace es gritar en latín, saltar como un resorte de un lado a otro y contorsionarse. Que da miedo, lo admito, pero…¿por qué?

¿Por qué el señor de las huesped demoniacas elige chicas, se mete dentro y las hace hacer cosas raras que en nada interfieren en la vida en la tierra?

Bien, esto no sucede en The Guest. Lo bueno de la serie es la ambición egoísta de la criatura, acechándolo todo y maldiciendo lo que puede. Ama matar y lo hace. Quiere desesperar y lo hace. No contento con dañar a una persona, acecha y consume todo lo que respira a su alrededor. Y además, elige como sus vástagos personas poderosas en el plano terrenal. ¿Por qué? Porque no es tonto. Que si yo soy el diablo y debo elegir gente que me sirva, no me voy a una adolescente, me voy al presidente de un país, cómo mínimo.

Así que, puedo decir, sin miedo a equivocarme, que el demonio coreano tiene elecciones más lógicas que el demonio estadounidense.

Aclaración: Sé que el Exorcista así como el Exorcismo de Emily Rose se basan en historias reales. Nada de esto quita que me pregunte cómo hace el demonio para elegir sus victimas y para qué hace tanto lío si termina haciendo nada más que dar miedo, ¡como el coco!

¡¿Por qué el rey de las tinieblas decide ser como el coco?! Remarco, amo estas películas pero no puedo no preguntarme qué tipo de Lucifer entra en el cuerpo de una niña para decir malas palabras y vomitar cosas verdes a la gente. Pues no, me es raro.

Y miren que he visto películas de posesiones. He visto más de las que disfruto porque hay de todo, pero en este caso, es de las pocas veces que siento que se trata a la criatura con el respeto de un ser sobrenatural que no puede ser vencido porque está por encima del ser humano.

Hasta en Supernatural, este ser espiritual que toma el cuerpo de un humano mortal es tomado un poco a la ligera. A mis ojos, eso le quita el miedo que puede causar. Cuando le das una cara y una personalidad, lo humanizas. En el caso de El Exorcista y el Exorcismo de Emily Rose, a pesar de no tener cara, el solo hecho de tomar a una niña y destruirla por que sí, para joder a Dios, es bastante patético. Quiero decir, eres el príncipe de las tinieblas y tu momento de posesión lo gastas en una niña que no puede hacer nada, para que luego mates a lo mucho a una que otra persona y ya…Realmente, pensándolo, creo que el espíritu de estos casos es mucho más humano que demoniaco.

Por eso, la idea y la ejecución de The Guest me gustó muy particularmente.

Nuestros protagonistas son tres: Un sacerdote, un taxista con dones de medium y una oficial de policia. Cada uno de estos personajes, de entrada, se llevan mal. Y es que al taxista te dan ganas de caerle con dos o tres golpes a mano cerrada en la nuca más de una vez. Sin embargo, a lo largo de la historia, el vínculo de afianza y surge algo que rara vez vemos en producciones similares: Cuando te encuentras con problemas como estos, donde es imposible hablar con otras personas y que entiendan lo que te pasa, la gente que vive contigo estos traumas son los únicos que pueden entenderte, formándose una amistad bastante orgánica y lógica.

La idea de lo demoniaco está presente a lo largo de toda la serie. Las posesiones demoniacas parten por la infestación, afianzándose en la opresión y terminando con la posesión. Lo interesante es cómo se introducen conceptos expuestos por exorcistas del Vaticano como Gabriel Amort (sí, soy fan del asunto, no me juzguen), donde un objeto maldito puede dar poder al espíritu para anclarse al cuerpo.

Con esto tenemos espíritus malignos, alimentados por emociones humanas, movidos por el deseo de algo superior y que lleva a nuestros protagonistas a buscar las herramientas místicas y mundanas para combatirlo.

¡Es hermoso!

¿Qué me gustó?

• El respeto a la historia: La historia tiene amor y los escritores respetaron los conceptos ocultistas y chamánicos. Se nota el interés que tuvieron en los detalles relacionados con el misticismo. Además, son realistas a lo que emociones y dificultades humanas se refieren. Si existe un ser demoniaco que controla personas, un policía aun así debe cumplir con sus responsabilidades. O por ejemplo, el mismo sacerdote no puede andar haciendo exorcismos sin rendir cuentas a su iglesia y, en caso de hacerlo, hay consecuencias. Todo esto está presente en la historia, dándole una dificultad muy real a la práctica del exorcismo.

• Los personajes me interesan: Mi personaje favorito es el sacerdote. Si bien todos los personajes evolucionan, creo que la evolución de él es la más notoria. Es un hombre severo, considerado un soldado de Dios que carga con un trauma importante que lo moldea a lo largo de la historia, no quedándose en “soy serio porque sí”.

• Park Il Do podría ser el mismísimo demonio: Este demonio es un cabrón y realmente incomoda. Sus poseídos son legítimamente temibles y sus acciones son macabras. No necesita darle superpoderes a los poseídos porque la sola idea de que puedan llevar a cabo acciones tan horribles, basándose en su rabia contenida, muestra algo que da más miedo que cualquier demonio: Los seres humanos somos peligrosos. Finalmente, la dificultad que presenta a la humanidad es clara. Si este demonio se desata, podría destruir el mundo con su poder.

• El misterio detrás de la historia: Pasé gran parte de la serie tratando de entender quién podía ser el villano, señalando y acomodando piezas, con miedo de que luego la serie me diga “todo está mal y aquí no respetamos la lógica de nuestro propio universo”. Esto no pasó. De hecho, al final, la misma historia me dejó claro que mis dudas más notorias estaban fundadas y se debía a que me había dado las pistas justas para seguir el hilo, sin terminar de descubrir el desenlace.

¿Qué no me gustó?

No soy tan consumidora de producciones coreanas, por lo que no sé qué tipo de reglas siguen allá, pero hay unos factores importantes:

• Sí, hay censura: En algunas escenas, se difumina la sangre o los cuchillos. No es en todas, por lo que no sé si se les pasó o fueron esas escenas en particular.

• Me reí cuando no debí reírme: Los poseídos son personas rabiosas, por lo que me gusta mucho cómo se ven. Esto, sin embargo, no se aplica con los fantasmas. Los espíritus se ven cutres y en algunas partes me dieron risa.

• Las mascotas de la historia: Hay dos personajes que son “alivio cómico” y, mientras uno creo que funciona, el otro es demasiado. Coloca frases notoriamente cómicas en momentos donde queda demasiado…¿Cómo lo explico?

Tienes a una mujer saliendo rápido a perseguir a un demonio y el tipo grita “¡Espera! ¡Mis hemorroides!”. Es como…La serie claramente no es Supernatural, donde Dean puede hacer chistes o Castiel puede mirar porno y decir alguna tontería. El aire de la historia que se respira en la serie es denso y, si bien este tipo de salida funcionaría en Good Omens, aquí se siente extraño.

Hablemos de la duración porque corta no es

Son 16 capítulos de 1:10 minutos, aproximadamente. Tiene buen ritmo, juega con el estilo detective, buscar el villano, sus razones y demás, pero tiene dos capítulos que son lo más cercano al relleno: El 5 y el 6.

¿Malos? No, pero la serie no es corta y, personalmente, sentí una pausa al ritmo que me venía mostrando ya que el mismo caso se siente extraño dentro del universo. El modus operandi del poseído, la forma de contacto del demonio fue distinta.

Luego de este caso que dura dos episodios, la serie continúa y volví a sentirme emocionada. Así que, si empiezan a verla y estos episodios les pesan un poco, sáltenlos con confianza porque no van a perder nada.

Los personajes

Yoon Hwa-Pyung:

Podría decir que es el principal y mediante el cual surge la historia. Hijo de una familia de chamanes, su aldea es azotada por un espíritu temible que causa la muerte de las personas, metiéndose en sus cuerpos, asesinando gente y, al final, ejecutándose a sí mismos apuñalándose el ojo derecho.

Actualmente, este personaje ya es adulto y busca a este demonio que causó tanto mal a su alrededor. Es taxista con el don de la visión.

Bien…A veces es un personaje que peca de protagonista de shonen [Leer Personajes del Tipo Shonen/El protagonista. Se los explicará mucho mejor que yo].

Su personalidad es chocante, los límites los sobrepasa y hace cosas tan estúpidas que deseas que alguien le dé un golpe. Ok, ha sufrido, pero los otros dos personajes también la pasaron mal y no los ves haciendo el tonto.

De hecho, es tan egoísta en su nobleza que él mismo lleva a amigos al riesgo. Me recuerda a esa gente que anda por ahí queriendo llevarse el mundo por delante. Menos mal que acá el demonio no es tonto y lo castiga más de lo que merece pero, de los tres protagonistas, a él le quería dar un par de cachetadas a veces. Sin embargo, no llegué al punto de odiarlo porque, sinceramente, no me gustaría estar en su lugar. De hecho, yo en su lugar, ya salté del doceavo piso de algún edificio jaja.

Choi Yoon:

Un joven sacerdote cuya vida fue marcada por la tragedia desde que era un niño. Salvado por el sacrificio, busca a su hermano, tomado por el mal.

Este personaje tiene tanta presencia a lo largo de la historia, que si me dices que el actor hará de arcángel, yo lo creería. Es un personaje que, al principio, parece atado con cadenas. Su forma de moverse, de hablar, de mirar a la gente es dura y severa.

Pero, cuando la luz “parece” estar llegando a sus vidas y hay vestigios de solución, vemos una sonrisa en su rostro cansado. Es increíble como lo denso de la historia se alivia al ver a este personaje mostrándose más tranquilo porque, sin decir nada, nos transmite ese respiro después de aguantar la respiración por tanto tiempo. Se le nota aliviado. De repente, esa figura intocable que era el sacerdote, se vuelve humana. Es un actor excelente. Le creí cada cosa que mostraba…

Kang Kil-Young:

Mientras que en otras producciones, si hay una mujer es porque los hombres de la historia necesitan la motivación de un par de pechos para hacer algo, acá eso no sucede. Este personaje es la policía un poco rebelde cuando nota que no puede explicar a su jefe que quien está cometiendo delitos puede ser una persona poseída.

De hecho, ella no es nunca la damisela en apuros, puesto que de los tres personajes, es la única con preparación física para pelear, ¡justificada por la historia!

De los tres personajes, ella y Choi son los más duros emocionalmente. Se los nota solitarios por sus propios fantasmas. En el caso de Kang, la culpa es el peso que la rompe más de una vez. La vemos romper en llanto cuando descubre que la cercanía a lo oculto puede dañar a las personas que aprecia o que la última palabra que dedica a su madre no es la más cariñosa.

Para mantener el misterio en lo que es esta historia, no hablaré de los demás personajes puesto que, si están dispuestos a ver esta serie, les recomiendo que no lean más de lo que he puesto y se lancen de cara a la aventura. Para mi, fue un placer esta historia, sin dudas.

imaginemos que me gusta la temática pero soy una persona muy miedosa, ¿debería verla?

A diferencia de la serie Marianne, que te dolerá verla si eres una persona miedosa, The guest tiene los factores de película de poseídos sin ir al extremo extremo. No hay jumpscares y es un temor que, a mis ojos, no es tan potente, cosa que no es malo en absoluto. Puedes disfrutar la serie como un drama sobrenatural más que como una serie de terror. Así que, deberías poder verla sin sufrir.

Entonces, ¿la recomiendo?

Si disfrutan de las historias de posesiones, sin duda deberían verla. No es perfecta, pero se nota que trata de tener una identidad propia, destacando de la clásica historia de posesiones. Al incluir el factor misterio, la serie comienza a jugar con nosotros, permitiéndonos preguntarnos quién puede ser el villano y quién es este espíritu.

¿Es un espíritu humano?

¿Es algo que vive en la tierra desde siempre?

¿Por qué llegó aquí ahora?

Todo esto puede responderse a lo largo de la historia. Por el momento, solo sabemos que vino del Mar del Este y sus poseídos le llaman Park Il do.

Nota al final: Comenzaré a usar el #recomiendo con las series o películas que me han gustado. Así que si deseas saber qué otra cosa estoy recomendando, usa este hashtag.