La Torre Eiffel fue construida por Gustave Eiffel con motivo de la Exposición Universal de París, 1889, en honor al primer centenario de la Revolución Francesa. Construida en dos años, dos meses y cinco días (de 1887 a 1889), con 300 metros de altura (actualmente son 325 metros con las antenas que se le han colocado), trabajaron 250 obreros en ella y se inauguró el 31 de marzo de 1889. El proyecto estrella fue construido por el ingeniero francés, Gustave Eiffel, diseñada por los ingenieros Maurice Koechlin y Émile Nouguier, y el arquitecto Stephen Sauvestre; aunque se dice que fueron Maurice y Émile los creadores y que Gustave Eiffel compró la patente.
La estructura se hizo famosa en los años 60’s, con el auge del turismo internacional, desde la apertura de la torre los visitantes pudieron acceder a las plantas altas del monumento tomando unos ascensores, lo que significó una proeza técnica para la época, ya que nunca antes se habían abordado las dificultades de tales alturas. La Torre Eiffel llamada inicialmente “tour de 300 metros”, fue construida en hierro pudelado, y está protegida contra la oxidación con varias capas de pintura, garantía de su durabilidad. En 1900, en su obra “La Tour de 300 metres” Eiffel escribió: “debemos insistir en la importancia de la pintura en la conservación de una obra metálica y de cuanto más meticuloso sea el trabajo de pintura, mayor será su vida útil”. Desde la construcción, la torre se ha pintado 19 veces (cada 7 años). El color de la torre se degrada intencionalmente de más oscuro al más claro para acentuar el punto de fuga.
Dese el comienzo recibió críticas y fue objeto de protestas durante su construcción. En una carta publicada en el diario francés “Le Temps”, el 14 de febrero de 1987, personalidades de la época cuestionaron la obra argumentando “que el gusto, el arte y la historia francesa estaban bajo amenaza por la construcción, en el corazón de nuestra capital, de la inútil y monstruosa Torre Eiffel. Y durante veinte años, veremos como la sombra de esta odiosa columna de hierro atornillado se extiende sobre la ciudad”, agregaron.
Inicialmente solo estaría erigida por 20 años, pero su creador tenía otros planes, así que para protegerla de sus enemigos extendería su vida útil. Y desde su inauguración fue usada como laboratorio para las mediciones científicas y experimentos. El mismo Eiffel montó una oficina en el tercer piso para observaciones astronómicas y fisiológicas.
Las entradas pueden comprarse en las taquillas de la torre o en el sitio oficial para ahorrar tiempo de espera en el lugar; ya que recibe cada año aproximadamente 7 millones de personas. Durante la noche la torre se ilumina en dorado, con destellos intermitentes de 5 minutos cada hora y su faro se divisa a gran distancia. “Una maravilla del mundo moderno”.
