Es el caso del General John B. Gordon y el jefe de bomberos Jeffrey Keene, con un parecido notable en sus rasgos faciales que según asegura el Dr. Ian Stevenson (bioquímico, médico y profesor universitario de Psiquiatría de Canadá, jefe de Estudios de Percepción de la Universidad de Virginia en fenómenos paranormales), dice que la forma del rostro puede perdurar a través de varias vidas, investigó también acerca de aspectos como la escritura, la cual podría tener variaciones que van de acuerdo a la época donde se desarrolla la vida anterior, pero la grafía podría ser la misma.
En este caso John B. Gordon, un hombre de carácter, ocupó cargos militares y políticos, participó en la guerra civil norteamericana, y hasta se dice que formó parte del Ku Klux Klan como Gran Dragón, sin poder comprobarlo. Vivió desde 1832 a 1904. Y en cuanto a Jeffrey Keene, es un Jefe de Bomberos de Connecticut, nacido en Georgia en1957.
Todo empieza a tener sentido cuando Jeffrey reflexiona sobre los hechos que vivió durante una visita a un campo de batalla, bastaron pocos pasos para que él experimentara sentimientos de tristeza, confusión, dolor y hasta llegó a pensar que estaba muriendo, sin tener signos aparentes en su cuerpo. Una frase vino a su mente “todavía no”. Acudió a la tienda de souvenir del campo y compró una revista que no leyó sino pasado algún tiempo, ahí empezó a comprender lo que estaba ocurriendo y unió sus conjeturas después de conversar con una vidente que le dijo una serie de acontecimientos y en especial que él era una reencarnación.
El asombro se apoderó de él cuando vio el rostro del general John B. Gordon en la revista, y comenzó a leer los relatos sobre la batalla, los hombres que conformaban su regimiento, las heridas que había recibido. La frase que vino a su mente la usó Gordon, mientras mantenía sus tropas de reserva durante la batalla de Antietam. Es tan inexplicable que al cumplir 30 años fue llevado a urgencias por dolencias en su cuerpo, que después descubrió guardaban relación con heridas del general cuando tenía la misma edad, sin imaginar que en el futuro encontraría la respuesta.
Especialistas aseguran que las reencarnaciones pueden ser en grupo, por ello Jeffrey analizó su equipo de trabajo en el cuerpo de bomberos con respecto a los hombres del General Gordon, y encontró otra similitud, no solo en rostro sino en rasgos de personalidad, se trata de general confederado Cadmus Wilcox y el bombero Wayne R. Zaleta. Todo esto esta detallado en su libro “El ayer de alguien más”, donde se plasma que todo va más allá de la coincidencia, piensan igual, comparten cicatrices faciales y marcas en su cuerpo de acuerdo a las heridas de guerra del general.
Jeffrey culmina diciendo que somos continuos, que nunca morimos y que Gordon consiguió su corazón esa mañana en esa visita al campo de batalla.
