Esta característica es muy especial o particular de cada lugar, otorgándole identidad de acuerdo a los habitantes, y comprende la multidimensionalidad, considerando: alto, ancho, profundidad y tiempo. Para el paisajismo se requiere de buena proporción de observación, el toque artístico, aplicar la ciencia, creatividad, imaginación, planificación y diseño, donde se usa la naturaleza misma para crear la expresión deseada.

Involucrarse con el paisajismo proporciona beneficios para quien lo practica, ya que al trabajar con seres vivos como las plantas, opcionalmente con algunos animales, agregará satisfacciones y creará un sentido de identidad. Se puede decir que las ciudades se diferencian no solo por su conformación; sino por su paisajismo, el respeto a sus características ancestrales, y con ellas van de la mano sus habitantes.

Desde tiempos de la revolución industrial se conocieron los conflictos ecológicos y sociales, debido a la poca importancia que el hombre daba a la naturaleza en comparación a sus espacios de producción. Se conoce por las sagradas escrituras sobre el Jardín de El Eden, donde la conexión con lo verde era algo sublime; ya luego cada tipo de vegetación, arbustos o plantas tenían su propósito, bien podían ser desde cercas verdes para resguardo, hasta cultivos que proporcionaban los alimentos. También existen las plantas ornamentales, con hermosas flores que simbolizan diferentes emociones desde el amor y la pureza como las rosas y azucenas respectivamente.

Tristemente el crecimiento desordenado de las ciudades en el medioevo ocasionó la acumulación de cuerpos y desechos en las calles, con los fuertes olores que los obligaron a recurrir al uso de las plantas aromáticas para combatir aquellas pestes. Por otra parte, las clases acaudaladas competían en tener los mejores jardines diseñados y cuidados al extremo de la belleza que permanecen hasta nuestros días, dando origen a los parques públicos.

Caso contrario a la civilización occidental, fueron los jardines para los orientales, ya que ellos respetaban los jardines en su estado natural, con sus estructuras, diferentes formas y especies, sin la intervención del hombre. A partir de ahí era que construían sus viviendas, rodeados de la exuberancia y la paz, concibiendo el espacio para la meditación y el disfrute del alma.

El paisajismo como herramienta de cambio

Hoy en día muchas personas se dedican al paisajismo, como parte de muchas profesiones. Lo importante es conectarse con el entorno, las características del lugar y cómo lo pueden ambientar para que esté acorde con el clima, estilo y necesidades de las personas que van a disfrutar de él.

El paisajismo no se trata solo de plantas o animales, también se trata de colores, texturas, de atreverse a combinar y explorar como se conjugan los elementos, para proporcionar armonía en los espacios a partir de un punto focal y otros sub puntos de interés que permita olvidarte de la monotonía.

“El paisajismo es la diferencia que nos alegra la vida”