En la moda todo no es un desfile, detrás de una pasarela se esconden cientos de historias, no todo es lentejuelas, encajes y sonrisas. ¿Cuántas veces te has topado con esta expresión en aparadores, redes sociales y en las campañas de diseñadores?.

Es importante reconocer que la sostenibilidad es el factor clave en nuestros días, aunque para la mayoría siga siendo un tema desconocido, la industria de la moda ocupa el tercer lugar entre “los más contaminantes en el mundo”.

Veamos de qué se tratan estos términos y  como se clasifican.

Moda Lenta o Slow Fashion:

Para contextualizar hay que saber que para los años 90 despegó con Amancio Ortega liderando este movimiento, y hoy es el modelo que rige el mundo de la moda. En otras palabras, en vez de hacer 4 colecciones tradicionales: primavera- verano, otoño – invierno. Se estandarizó 52 colecciones, que significa tener mercancía nueva cada semana del año, para hacer sentir a los consumidores la sensación de novedad. Pero para contrarrestar esto es que nace la MODA LENTA, que consiste en tomarse la cosas con calma, comprar menos de mejor calidad, signado por la necesidad y no lo que impone el mercado. Esto lleva a la reflexión sobre nuestro consumo y hábitos.

Moda eco:

La moda eco o bio, hace referencia el impacto que tiene la moda sobre el medio ambiente, el objetivo es bajar lo más posible la huella de carbono, evitar que tóxicos lleguen a las aguas, suelos, tierras, aire, para disminuir y evitar la contaminación. Aquí juegan un papel muy importante: los tejidos, materia prima, tintes.  Si las fábricas cuentan con energía solar, purificadores de agua, fornituras, botones, cremalleras, pedrerías, empaquetado, transporte (avión o camión), también cuenta la gestión de la fábrica en cuanto a los sobrantes de materia prima, y si ofrece el servicio de reparación para que las prendas duren más tiempo. La moda eco hace siempre referencia al impacto que tiene en el medio ambiente.

Moda Ética:

Velar por el ser humano es la principal lucha de la moda ética, erradicar la explotación laboral, pagar salarios justos a los trabajadores de la industria textil, es decir, en toda la cadena de suministros, desde el recolector de algodón hasta la persona que empaqueta el producto terminado. Por lo que no podemos hablar de moda ética si la persona que esta detrás de la fabricación no es tratada justamente según los estándares occidentales, esto abarca a su comunidad donde viven estos trabajadores, es decir, que no se les arrebate terreno para obtener materia prima, que no se contaminen sus aguas entre otros.

También es importante recalcar que no es moda ética si la materia prima de la prenda se ha obtenido de animales que han sido tratados de forma cruel, incluso quienes practican el veganismo no es ético si se ha obtenido la materia de animales, aunque estos hayan sido criados en libertad y no haga falta ser sacrificado para obtener esta materia.

La moda sostenible:

Podríamos decir que es el paraguas bajo el cual se encuentran todos los términos anteriores, para que una prenda sea sostenible, debe ser: ética, ecológica y debe promover un consumo responsable y para llevar realmente un consumo consciente, puedes apegarte a cualquiera de estos puntos sin necesidad de practicarlos todos a la vez.

El tema de la moda ética es lo que más debate genera, porque está ligado a los valores personales y por tanto las opiniones se multiplican como personas hay en este planeta, es evidente que jamás estaremos todos de acuerdo, no olvidemos que la variedad y la diversidad está en la esencia del ser humano.

Es importante abrir el pensamiento y que entendamos como ayuda a las personas y al ambiente. Se trata de equilibrar lo personal entre valores, recursos, dinero. Como especie debemos disfrutar de los mismos privilegios y asegurarlo a las generaciones venideras, sin alterar el resto de seres vivos que conviven con nosotros en este planeta.