De esta tragedia se han realizado 15 películas. En lo personal, sólo he visto 2, entre ellas la adaptación del director James Cameron, la más comercial de todas. Aunque mi amado esposo me llegó a decir que no las vería porque ya conocía el final.

Pero bueno, a lo que vamos es que este próximo 15 de Abril se cumplirá un aniversario más de esta tragedia, que conmocionó al mundo en 1912 al saberse que el trasatlántico -que supuestamente no podía hundirse- chocó contra un iceberg en la madrugada del 15 de abril.

Esa madrugada los pasajeros vivieron una fría noche de terror y desesperación, al no tener suficientes botes salvavidas para evacuarlos a todos, por lo que tuvieron que pelear para poder entrar a los que estaban disponibles y en los que sólo había espacio para 20 personas, en un barco con 3.547 pasajeros. Recuerdo que en una de las escenas de aquella famosa película, se le preguntó al constructor del Titanic por qué había tan pocos botes salvavidas, a lo que este respondió que dado que el barco no podía ser hundido, no era algo necesario.

A 110 años del naufragio del Titanic

Plano de la cubierta del Titanic. Fuente Wikipedia.

El trasatlántico era el más grande de la época, y el hecho de que la tragedia sucediera durante su primer viaje fue algo que quedará marcado en la historia de la humanidad. Sin embargo, 712 pasajeros sobrevivieron y fueron rescatados por el RMS Carpathia horas después. Pero, como suele suceder con este tipo de tragedias, la culpa siempre se le atribuye a la mala suerte ó, en este caso, a las supersticiones.

¿Por qué supersticiones? Porque de la tragedia del Titanic se han escrito muchísimas cosas y una que llama la atención es que, se decía que abordo del barco viajaba el sarcófago de “La momia maldita de la mala suerte”, a la que llamaban “Unlucky Mummy”. Dicho sarcófago tiene un largo historial de tragedias y fue descubierto en las proximidades del valle de los reyes, en Egipto.

Fueron muchas las especulaciones sobre el tema, pero estas fueron desmentidas por el Museo Británico en 1914, afirmando que el sarcófago nunca salió de sus instalaciones, acabando con las esperanzas de todos aquellos que esperaban obtener algún tipo de fama.

A 110 años del naufragio del Titanic

Tampoco faltan relatos reales como el que recogió el periodista Antonio Luis Moijano, de la hija de una de las sobrevivientes, quien contó que su padre la subió a ella y a su madre en uno de los botes salvavidas, pero que él no subió y murió cuando el barco se hundió. También recuerda los sonidos de la gente que se ahogaban en el océano helado, y el cómo se apagaban las luces bajo el agua.

Lo que también es cierto es que ya transcurrieron 110 años, desde esa fatídica madrugada por la que tuvieron que atravesar los viajeros del famoso trasatlántico llamado Titanic.