Ubicada en la bahía de San Francisco, Estados Unidos, y rodeada el Pacífico, fue descubierta por un español llamado Juan Manuel de Ayala, allá por el año de 1775. Muchos pensarían que su nombre se debe a que podía ser refugio de la especie de aves Alcatraz, en su mayoría gaviotas occidentales, cormoranes y garzas, pero también se le conoce como “La Roca”. Se ubica a solo una milla y cuarto (2 km) de una de las ciudades más bellas del mundo.
Gran parte del misterio acerca de esta isla es que su notoria niebla y su pasado oscuro encuentran un punto medio entre ellas; fue una isla solitaria durante miles de años, y era visitada ocasionalmente por los indígenas Ohlone y Miwok. Desde que los españoles colonizaron esta zona, además de los eventos que sucedieron en 1846, la época cuando los Yanquis tomaron el control que antes tenían los mexicanos, la isla aparecía en los mapas pero no se utilizaba.
Así, cuando California fue anexada a los Estados Unidos, el gobierno anterior tenía entre sus planes la construcción de un gran faro, pero sería la “fiebre del oro” en 1853, que lograría este cometido. Fue utilizada como fortaleza y sirvió de prisión militar en 1868. Fue también el primer faro en la costa del Pacífico. Más tarde, en el año de 1969 estuvo ocupada por un grupo de nativos americanos durante 19 meses, y que formaban parte de una agrupación de activistas indígenas que durante los años 70 se manifestaron por todo el país.
Su excelente y estratégica ubicación la colocaron en la mira del Departamento de Justicia de los Estados Unidos en 1933, que al año siguiente formó parte de la Agencia Federal de los Estados Unidos. Entre las características de esta isla, era que por estar en las frías aguas del Pacífico, la convirtieron en una prisión a prueba de fugas, ya que los prisioneros que allí estuvieran, tendrían que sortear obstáculos para escapar: hipotermia, el faro, grandes barreras arquitectónicas y una vigilancia armada.
Esta prisión sería la residencia de los criminales más peligrosos de la nación con 336 celdas para 302 prisioneros; eran celdas minúsculas e individuales, pero llegaron albergar hasta 1545 reclusos. Los prisioneros se duchaban con agua muy caliente, para que su metabolismo no se acostumbrara al agua fría, con la intención de frustrarles los planes de fuga. Se hacía un recuento de presos hasta 13 veces diarias e incluso a los comedores, y solo podían coincidir cuatro presos a la vez para así evitar contacto entre ellos.
Los castigos en celdas llamadas “el agujero”, no poseían luz y ahí permanecían desnudos y aislados durante semanas. Muchos de estos castigos se tuvieron que humanizar, ya que hasta el hecho de hablar lo tenían muchas veces prohibido. Por esta situación, un aproximado del 20 por ciento de los prisioneros sufrió de trastornos mentales; se comprobó que en Alcatraz hubo 8 asesinatos y 5 suicidios.
Con el terremoto de San Francisco, ocurrido en 1906, prisioneros de las cárceles de esta ciudad fueron alojados temporalmente en la isla de Alcatraz.
Prisioneros famosos por su peligrosidad
El famoso rey de la mafia, Alcapone (1934), a pesar de estar ahí, seguía controlando su negocio, era acusado de crimen organizado y asesinatos que nunca se le pudieron comprobar. Finalmente fue encarcelado por evasión de impuestos.
Robert Stroud (1942), le apodaban “el pajarero de Alcatraz”, por su afición a la avicultura y sus investigaciones realizadas mientras estaba en prisión, experiencia reflejada en un libro y una película. Condenado a cadena perpetua por homicidio, encontró consuelo de su aislamiento criando y vendiendo pájaros.
Joseph Bowers, quien sería el primero en intentar fugarse de la prisión de Alcatraz, cayó abatido a tiros por un guardia. Nació en Austria y había sido arrestado por robo de correo con arma de fuego.
Otros fueron los presos José Sierra, James “Whitey” Bulger y Alvin Karpis.
De los 14 intentos de fuga de la prisión, solo uno fue el vencedor, y ocurrió una noche del 11 de junio de 1962, cuando cuatro reclusos emprendieron dicha fuga; solo tres lograron hacerlo. Allen West, fue el recluso que no lo consiguió, se desconoce si por miedo o por una falla técnica que lo impidió, y sería él quien ayudó a las autoridades. Los hermanos Anglin (John y Clarence) y Frank Morris, habrían sido los protagonistas de la cacería humana más famosa de la historia y jamás fueron encontrados, pertenecieron a la lista de los más buscados durante años. El FBI nunca daría con ellos, y siempre quedó la duda, ¿lograron huir de la isla?
El prisionero que permaneció más tiempo fue Alvin Karpis con 26 años de sentencia, y que se prolongaron en Washington tras el cierre de la prisión.
Pero eso no es todo, el emblemático sitio ha sido lugar para rodar muchas películas, entre ellas, “El Hombre de Alcatraz”, “La Fuga de Alcatraz” y “La Roca”.
También es incluido en la Red de Parques Nacionales en el año 1972, y goza en la actualidad como uno de los principales sitios turísticos más atractivos de la Bahía de San Francisco, alrededor de un millón de visitantes al año.
