La recordada leyenda del cine, Marilyn Monroe, a quien un buen día le preguntaron: ¿qué te pones para dormir?, y ella sin pensarlo habría respondido, “solo unas gotas de Chanel Nº 5”, fue marco de la conocida fragancia. Así, desde que fue lanzado este perfume el 5 de mayo de 1921, ha perdurado en popularidad, vendiendo aproximadamente 10 millones de botellas en todo el mundo cada año.
Marilyn, fue quizás la fan más famosa del perfume francés, el cual el pasado mes de mayo cumplió su centésimo cumpleaños. Pero empecemos desde el origen, Chanel se convirtió en un icono como diseñadora de moda así como empresaria, ella fue para la época un referente ya que la mayoría de la mujeres trabajaban en la agricultura, labores domésticas, o como costureras. Tuvo formación de moda y con un trabajo de dependienta, y eventualmente de cantante en un café.
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Fue en 1910 que abrió una sombrerera a la cual llamó Chanel Modes, en el número 21 de La Rue Cambon en el centro de París. Ya para 1913 había abierto tiendas en las ciudades turísticas francesas de Deauville y Biarritz, vendiendo sombreros y una línea limitada de prendas. En 1918 decidió que necesitaba un local más grande en París, y adquirió todo el edificio en el número 31 de la Rue Cambon.
Habiendo sido criada por monjas en un orfanato, el perfume que creó se inspiró en la limpieza y la sencillez.
Gabrielle Bonheur Chanel, mejor conocida como Coco Chanel, nació el 19 de agosto de 1883, en Saumur, Francia. Tras la muerte de su madre, fue enviada a los 12 años a la Abadía de Aubazine en Correze. Para sus biógrafos, el logotipo de su empresa que lleva su color característico negro y su estilo minimalista, en donde el número 5 (según lo relató, cruzaba una serie de cinco caminos que la llevaban a la Catedral para rezar a diario), se inspiró en la vida del orfanato de Aubazine.
Para el verano de 1920, en unas vacaciones en la Costa Azul, Chanel conoció a un sofisticado perfumista llamado Ernest Beaux, quien había trabajado con la familia real Rusa y vivía cerca de Grasse, centro de la industria de perfumes en Europa. La frescura de la ropa y el olor del jabón amarillo que utilizaban las niñas en el orfanato, habían dejado huella en Chanel.
Fue así como le pidió a Beaux la creación de una fragancia que hiciera que “su portadora oliera a mujer y no a rosas”. Al igual que el aroma, el frasco del perfume de Chanel era sencillo y minimalista “como un frasco de laboratorio”.
Desde los años 20, solo se ha modificado en ocho ocasiones, hasta la primera mitad del siglo XX. Las casas de moda no se dedicaban a la creación de perfumes, pero el lanzamiento de Chanel Nª 5 inspiró a muchas otras como: la casa Worth que lanzó Jans La Nuit, en 1922, Jeanne Lanvin lo hizo con My Sin, en 1925 y Jean Patou lanzó Joy, en 1930.
Hoy en día, la alta costura y las fragancias son casi sinónimo, con marcas como Yves Saint Laurent, Karl Lagerfeld, Guy Laroche, Pierre-Cardin y Paco Rabanne, que son fabricantes de perfumes. Por si fuera poco, el icónico Nº 5 es una marca que tiene 5 elementos clave, son aspiraciones, con una fuerte identidad visual y personal, está omnipresente en la sociedad y los consumidores que sienten una conexión personal con esta fragancia.
Chanel Nº 5 para ellos cumple todos los requisitos y va más allá del carisma de sofisticación, es mágico ya que aporta el hechizo que es poseer este perfume, por sus aromas florales mezclados sobre una base cálida y amanerada. Y es que todo perfume tiene un vínculo entre el olor, las emociones y los recuerdos.
Para muchos el Nº 5 además de que se vende por su aroma, es por la historia que tiene detrás de su creación, ya que la calidad agridulce de la nostalgia, se crea en nuestro cerebro con un vínculo entre el olor y la memoria.
Además de Marilyn Monroe fueron rostro de Chanel Nº 5 celebridades como Nicole Kidman, que recibió por un anuncio de solo 3 minutos la cantidad de 33 millones de dólares. Es así que a pesar de los años Chanel Nª 5 sigue vivo en el gusto del consumidor.
