Duelo (del latin dolus) significa dolor, es un proceso de gran intensidad y cuya duración es muy variable, pero es necesario para poder adaptarnos a la pérdida de un ser querido.
La vida nos presentará algunas maneras para sobrellevar el dolor que nos ha dejado la pérdida de un ser amado, sobre todo, si ha sido de una manera repentina. En los tiempos pandémicos que estamos viviendo, muchas familias hemos tenido que afrontar la despedida desde la distancia. En mi caso y en el de mi hija, ella ha perdido a su padre y yo a mi cielo, como lo llamaba, así que ha sido muy duro.
Enfrentar el dolor de una pérdida repentina nos ha golpeado en nuestros corazones, como seguramente a muchos otros. Y tenemos que aceptar que nos tocará lidiar con un proceso que tiene muchas etapas y que, por lo general, tendremos que superar.
Despedir a un ser querido desde la distancia lo hace mucho más doloroso. Pero, así como para ser padres no existe un manual, es lo mismo con el duelo. Por lo tanto, no puedo darte instrucciones de cómo superarlo, pero sí puedo dar algunas recomendaciones.
Siempre tendremos palabras de consuelo, y consejos de familiares y amigos cercanos
- El hablar: a todos nos gusta poder ser escuchados de una manera abierta y sincera, aunque en este caso nos costará hacerlo. Yo, en lo particular, no lo he hecho con un profesional sino con mi hija, porque es nuestro amado. Y la forma que hemos decidido hacerlo es recordando todo los momentos que vivimos con él, su forma de hacernos reír y darnos todo. Él nos dejó su inmensa sabiduría nos dejó y todo lo que hizo para hacernos felices; ése su legado y nos ayudará a asimilar poco a poco su partida.
- Aceptar los sentimientos: sabemos que somos diferentes y por eso respondemos de manera distinta ante el duelo. Entre las emociones que sentiremos están el llanto, el enojo y el dolor al no poder escuchar su voz, o no volverlo a ver; también queda la duda de cómo fue su partida. Son muchas las interrogantes, pero también está la preocupación ante el arreglo de tramites por afrontar y resolver. No podemos reprimir lo que sentimos y tendremos que dejar salir esos sentimientos para poder seguir nuestro camino. Pero no tiene que ser rápido, porque tampoco desaparecerá del todo. Lo que sí podemos hacer es guardar el dolor en un lugar especial en nuestro corazones.
- Dejar de cuestionarnos: al perder a un ser querido la pregunta que nos hacemos es si pudimos evitar de alguna manera su partida. Cuando sucede de manera repentina, nos deja muchas dudas y preguntas sin respuesta. La recomendación que he seguido ha sido la meditación; escucho audios de sanación y relajación a la hora de dormir, y puedo decir que me han funcionado.
- Los pensamientos negativos: siempre, sin que lo quieras llegan a tu mente. En ellos sale el enojo, la culpa y lo que llegas a cuestionarte el estar vivo, incluso puedes hasta dejar de tener fe. Como experiencia, no he sentido ese sentimiento, pero si es tú los has tenido lo recomendable es acudir a un especialista.
- Culparnos por estar vivos: claro que llegamos incluso a sentir vergüenza de querer comer y hasta de reír en algunas ocasiones. Pero eres un ser vivo y, como sobreviviente de tu ser amado, tienes que seguir viviendo y continuar con tu ritmo de vida. Nada será igual lo sé, pero aquí, en la Tierra, tenemos a otros que nos aman y por quienes tenemos que ser fuertes; porque hay que estar con ellos, y juntos, seguir adelante.
Lo vimosen la película mexicana “Coco”, lo más importante es hablar siempre de ellos y nunca olvidarlos porque solo un recuerdo de ellos te ayudará a sobrellevar su ausencia, a contemplar los recuerdos de la persona que llenó gran parte de tu vida, con amor, vivencias, ocurrencias, sigamos amándolos en la distancia y en nuestros corazones.
Hay quienes dicen que una de las maneras de poder aplacar un poco el dolor por la pérdida de nuestro ser querido, consiste en plantar un árbol para así honrar su memoria y reconfortarnos.
