“Aparentemente” esta pregunta ya ha sido contestada, pero esta vez son los científicos los que piden una investigación urgente sobre el probable origen del coronavirus en los animales. Para descubrir cómo surge el virus, la Organización Mundial de la Salud (OMS), hizo un ejercicio sobre las causas del SARS-CoV-2, que consistió en cerrar por unos meses y tomar medidas urgentes.
La revista Nature documenta que este equipo pidió una segunda fase de estudio del origen para comenzar con urgencia, y solicita un enfoque renovado para confirmar si es de origen animal el virus. En marzo concluyó que una filtración de laboratorio era “extremadamente improbable”, y debido a esto han recibido críticas de algunos gobiernos y comentaristas, como Marion Koopmans, del Centro Médico de la Universidad Erasmus en Rotterdam-Países Bajos, y quien formara parte del equipo que visitó Wuhan-China, en enero para investigar los orígenes del virus, pues sugieren que “falta un sentido de urgencia”.
Anticuerpos menguantes contra el Covid-19 en las primeras personas infectadas por el virus, y el sacrificio de animales de granjas de vida silvestre en China, son dos de las razones por las que la ventana se está cerrando rápidamente sobre la viabilidad biológica de poder rastrear el virus hasta su comienzo. Koopmans dice que es una cuestión de meses, no de años. Todo esto se realiza, ya que el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en julio pidiera una segunda fase de estudio sobre los orígenes del virus, en auditoría de los procesos de laboratorios del Instituto de Virología de Wuhan que investiga el coronavirus.
Claro está que el gobierno chino rechazó la propuesta, alegando arrogancia hacia la ciencia, pero a raíz de un informe de inteligencia de Estados Unidos sobre el surgimiento del Covid-19, su presidente, Joe Biden lo solicitó: “no debemos perder de vista la hipótesis del origen animal, que hemos concluido, es lo más probable”, pero ordenó buscar la posibilidad de una fuga del laboratorio.
Dos hipótesis
A pesar de que los informes de inteligencia no fueran concluyentes y hubo división de criterios de las diferentes agencias de inteligencia, el origen del Covid-19 según Koopmans, se debe apreciar a lo que el equipo del Centro de atención concluyó, que su origen sea de un virus animal que ingresa a los humanos a través de un contacto directo o de un intermediario, ya sea en el mercado de mariscos de Huanan en Wuhan, o en otro paso de comercio silvestre.
La fuga de laboratorio todavía esta en discusión, pero la otra hipótesis sigue siendo la de origen animal, ante la OMS. Este artículo de Nature se hizo con la finalidad de defender la reputación de los miembros del equipo, ya que se sentían marginados, dicho texto afirma que los investigadores en China son reacios a compartir los datos sin procesar, de 174 pacientes con Covid-19, que fueron detectados en diciembre del 2019 debido a la privacidad del paciente, pero es más fácil decirlo que hacerlo.
En la segunda fase del estudio del origen del virus, incluyen más casos humanos de Covid-19 a partir del 2019 y que circulara por granjas de Dinamarca, consiguiendo posibles huéspedes o intermediarios, los que incluirían a los murciélagos salvajes, y aquellos animales de granjas de alto riesgo como los tejones y las civetas. Chris Beyrer, de la Universidad de Hopkins de Maryland, reconoció que no ha tenido acceso a los datos de la investigación, pero afirma que “China tardo 2 años en publicar los datos de las primeras 50 personas”, si hubieran dado transparencia en la investigación, nos habrían dado un conocimiento más amplio y valioso de su origen.
Tenemos que decir que David Heyman de Medicina Tropical, y científicos tanto fuera como dentro de China, continúan con su trabajo de forma conjunta, para así aclarar la fuente del virus y pueda definirse en que etapa se encuentra, siendo de suma importancia esta colaboración.
