Todos suponían como sería el desfile en el funeral del príncipe Felipe. Fue difícil por el dolor de perder a un esposo, padre, abuelo, bisabuelo y compañero de la reina Isabel, en esta triste caminata lo acompañaron, sus hijos y nietos, el yerno y sobrino político.

Fue a las 8:30 horas, con la puntualidad a que nos tiene acostumbrados la realeza inglesa, así dio inicio al funeral del Duque de Edimburgo, el cual fue trasmitido para todo el mundo, no con tanta pompa pero si respetando lo ya establecido por el mismo duque, consorte de la reina de Inglaterra.

Fue un miembro de la familia real que marcó un precedente en ellos, y esto se pudo apreciar en los rostros desencajados que se vieron en camino hacia la capilla de San Jorge, donde se pudo ver en primera línea al Príncipe Carlos, la Princesa Ana, detrás el Príncipe Andrés y el Príncipe Eduardo, según el orden de nacimiento.

Seguidos de ellos estaban el Príncipe William, segundo en la línea de sucesión, a su lado Peter Philips, quien era su nieto mayor y a su lado, el, Príncipe Harry, sin su esposa Meghan, quien viajó desde California luego de que que hace un año decidiera salir de la Familia Real. Junto con ellos, quienes formaron parte del adiós, estuvo el hijo de la Princesa Margarita, el Conde de Snowdon y el esposo de la Princesa Ana, Sir Timothy Laurence.

El último adiós

La alineación del cortejo cambió al entrar a la capilla, y quedaron alineados de dos personas al igual que entrando por el pasillo, donde Harry quedó por detrás de William. La relación del duque de Edimburgo con los hijos de el Príncipe Carlos se estrechó más a raíz de la muerte de la princesa Diana, y decidió darles su total apoyo y una muestra de cariño de la relación que tenía con ellos.

Se habla de un frío encuentro, pero el interés mayor fue notorio al momento en que los asistentes salían de la capilla, y en conjunto, se vio a los dos hermanos, el Príncipe William, el Príncipe Harry, salir caminando; también apareció entre ellos la Duquesa de Cambridge, en una muy normal conversación, una caminata desde la capilla hasta el Castillo de Windsor.

A través de las cámaras, se apreció el rostro conmovido del Príncipe Carlos, un momento por el que estaba pasando al despedir a su padre y que es un poco inusual en él. Su hermana, la Princesa Ana llevaba un sombrero de ala ancha y se decía, era la más cercana a su padre, a pesar de la discreción en su postura, se percibía su tristeza.

La reina Isabel entró por separado y decidió sentarse en solitario dentro de la capilla, quizás dando a entender que esta será una nueva modalidad de ahora en adelante tras la partida de su esposo.

Curiosidades

Entre las curiosidades resaltó el significado del collar que llevaba la esposa del Príncipe William, Kate Middleton, siendo su primer funeral en la familia real desde que se casó hace 10 años. Fue a través de su guardarropa, y siguiendo el protocolo, un traje negro muy sobrio -para muchos, un guiño especial a los 73 años de matrimonio de la Reina y el Duque- y una gargantilla de perlas japonesas de tres hilos, que atrajo las miradas desde su salida del Palacio de Kensingtone.

Una curiosa pieza forma parte del joyero personal de la Reina, el cual llevaba un llamativo broche en el centro y que su difunta suegra, Lady Di, la llegó a usar en 1982 en un visita oficial a los Países Bajos. Este mismo collar lo utilizó en el aniversario de bodas número 70 de la Reina y Duque (2017).

En otro momento, conmovió la imagen de un grupo de trompetistas entonando algún himno, y procedían a retirar el féretro del centro de la capilla, cuando la imagen regresó, era la despedida final de la ceremonia y ya no se podía apreciar el mismo.

Curiosidades en el funeral del Duque de Edimburgo
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Se pudo apreciar también la presencia de las hijas de Andrés, Eugenia y Beatriz con sus respectivos esposos, sentados en la parte superior de los bancos dentro de la capilla.

En primer plano destacaron algunas de las tantas condecoraciones recibidas del Príncipe Felipe, que fueron colocadas en el altar sobre unos cojines, entre otros su bastón de Mariscal de Campo (Field Marshal), el más alto rango en el Ejército británico desde 1736, que junto con sus 61 condecoraciones y 53 premios de diferentes países , él mismo deseaba que estuvieran en su funeral. Su gorra naval del Príncipe, concedida en el 2011 como Alto Almirante, y su espada, que lució en algunos eventos ceremoniales, figuraron en la ceremonia.

El recorrido fue liderado por la Guardia Granadera, los Royal Marines y Los Blues & Royals donde llegó a servir Harry; Los Highlander de infantería y los 4 Scots del Regimiento Real de Escocia, en reconocimiento al Duque de Edimburgo. Los Guardias Galeses, varios representantes de la RAF y de la Marina Británica donde sirvió Felipe, también estuvieron presentes, mientras en los jardines del recinto del lado oeste, la artillería real disparaba las salvas de homenaje. Los Guardias de Coldstream, protectores de las residencias reales, formaron extramuros para que no fuera perturbada la procesión.

(Fuente: Revista Hola y Vanity Fair)