A causa de nuestra falta de escrúpulos y de que el hombre mantiene su búsqueda de alternativas para producir energía, la palabra nuclear dejará a la humanidad y al planeta con una carga de basura que no sabremos qué hacer con ella, los descendientes que existan en la Tierra tendrán que lidiar con estos desechos nucleares. Tal vez, en estos momentos no tengamos que preocuparnos, pero cada vez son más los residuos nucleares en el mundo.

Es por ello que los expertos están buscando la manera de dejar algún tipo de advertencia a las generaciones futuras y lo que está debajo de sus pies; al parecer será una tarea no muy fácil de ejecutar. Es necesario crear una base de información de este tipo, se sabe que la humanidad ha dejado huella en papel, ya que la historia nos ha dejado desde hace 5.500 años.

Es una información de tal importancia que hemos visto, la piedra y el papel se deterioran, las memorias de USB y los servidores también se dañan. La Agencia Nacional francesa ANDRA, que es la encargada de gestionar los residuos radiactivos, ha comenzado a grabar su archivo en papel permanente.

El papel permanente es un tipo de material que no tiene ácido por su composición, y gracias a eso puede permanecer química y físicamente estable en el tiempo, a diferencia del papel convencional, ya que éste comienza a deteriorarse con el paso de los años al exponerse a la luz o al calor. Se pensó en utilizar discos de zafiro hechos de este material y grabados con platino por una de sus caras. Estos pueden guardar información de hasta 40.000 páginas de imágenes y texto y, en teoría, podrían tener una duración de unos dos mil años.

Evidentemente, no quiere decir que solo esto servirá para guardar la información de los lugares donde se encuentran enterrados los desechos nucleares, tendremos que dejar un tipo de lenguaje que para esos tiempos puedan ser de fácil lectura, ya que el lenguajes es muy cambiante, y siendo una entidad viva, podríamos tardar décadas en descifrar la información que dejemos plasmadas. Un ejemplo, serían los jeroglíficos, herencia de los egipcios y que tardamos décadas en poder descifrarlos.

Los científicos franceses, dentro de 1.000 años serán capaces de llegar a entender la forma actual del lenguaje de Moliere. El otro inconveniente se presenta sobre dónde se podrá almacenar esta información para que las generaciones futuras puedan saber su ubicación. Un ejemplo de lo que esto puede generar es el caso del accidente del descarrilamiento de tren de alta velocidad ocurrido en Francia en 1993, en el que los ingenieros pudieron descifrar que había sido causado por el derrumbe de un túnel de la Primera Guerra Mundial, donde un antiguo soldado de la zona les habló de la existencia de ese túnel. Esto fue de mucha ayuda para que los ingenieros localizaran documentos archivados de forma adecuada.

Con toda esta información, la Agencia de la Energía Nuclear (AEN) de la OCDE se creó un grupo de trabajo que consistía en establecer las mejores prácticas en materia de gestionar los datos depositados de los residuos radiactivos, esto no solo ayudó a que la información pudiera ser almacenada de forma correcta, sino a que fuera fácilmente accesible, de manera que cuando vaya evolucionando estos programas nacionales ubiquen dónde están los desechos nucleares.

Dentro de 100 mil años sabremos dónde quedaron los desechos nucleares

La urgencia de de poder preservar esta información en un plazo largo:

No debería ser solo de los reguladores de las organizaciones de gestión de residuos, esto dijo a Euronews la Dra. Gloria Kwong. Ella informa que se ha visto en muchos países que cada paso del desarrollo de una instalación de residuos se tiene que escuchar a la gente, ya que se tendría que considerar la aportación social, la preocupación y sus excepciones, e inclusive en el diseño del sistema que se usaría para dar la información.

Se ha llegado a pensar sobre la jubilación de muchas de las personas trabajadores de la industria nuclear de gestión de residuos, ya que se debe tener en cuenta la información que ellos poseen y los conocimientos que puedan transferir a las nuevas generaciones de revisores, o incluso gestores de residuos que tengan la información necesaria sobre el tema en cuestión.

Se ha pensado también en el lenguaje que se utilizará en el tiempo, y es que el Departamento de Energía de Estados Unidos designó a unos investigadores para que trabajaran en un sistema de transmisión de información, esto se hizo antes de la construcción de la Planta Piloto de Aislamiento de Residuos en Nuevo México, ya que este es el único depósito geológico profundo del país para residuos nucleares.

Otro punto, es planear la forma de cómo dejar dicha información al alcance de todo público, ya sea a través del arte en forma de Pictogramas, y que ha sido utilizado para advertir peligro. Otra forma sería la arcilla con forma de 2.500 pequeños cubos y que cada uno de ellos representen una unidad de tiempo, que sería traspasada cada 40 años a nuevos propietarios, y esto ayudaría a tener la información a buen resguardo.

Son muchas las ideas que se están planteando para dejar la información de donde se encuentran los desechos nucleares, la buena noticia es que los mejores especialistas del mundo están trabajando en ello, para solucionar este problema, ya que se debe tener en cuenta que cada generación tendrá que saber gestionar sus desechos nucleares y saberlos gestionar por el bien de la salud humana.

Fuente: Euronews