Este pterosaurio, conocido como anurognathidae, es un diminuto reptil volador y sería la tercera especie que se ha descrito a partir de rocas de la edad jurásica encontradas en China. Un equipo de investigadores científicos lo descubrió en la Formación Tiaojishan, en la provincia de Hebei en China.
El pterosaurio, al que lo han bautizado con el nombre de “Sinomacrops bondei” estuvo por los cielos hace más de 160 millones de años. Es una criatura de sangre caliente y con un recubrimiento de filamentos similares a lo que serían pelos, llamados picnofibras.
Esta especie recién descubierta tiene una apariencia muy tierna de lo que se podría esperar, de ahí que muchos le encontraran un parecido con los Porgs de Star Wars, en la película de la saga del último Jedi. Los paleontólogos la describen como una criatura que habría tenido ojos redondos y un mentón corto y rechoncho.
En la Era Mesozoica, hace 251 millones de años, se cree que existieron estas criaturas, con la diferencia de los reptiles que hoy conocemos, los anurognátidos eran de sangre caliente. Según los restos conseguidos, serían del cráneo, que se encontró en mejor estado y estaba expuesto en vista lateral.
Su esqueleto restante se encontró aplastado, con algunos parches de tejido blando, pero gracias a los investigadores se consiguió información de cómo sería su mandíbula, y fue por ello que lograron descifrar y situarlo en el árbol evolutivo.
Con este extraordinario hallazgo se logra demostrar que existe una gran diversidad morfológica, incluso dentro de los anurognátidos. Es así que muchas serán la interpretaciones que se harán previamente de los ya conocidos, debido a que se ha tenido información muy limitada, según explican los autores.
Al pasar el tiempo, y con los descubrimientos de más especies se han proporcionado nuevos datos, y se han presentado otras apreciaciones; esta sería la razón de que con cada nueva especie tendríamos una mejor comprensión sobre el grupo.
Lo que hasta ahora se sabía sobre estos pequeños seres, era que tenían una cola corta o que estarían desprovistos de la misma, y que su territorios estaba en Europa, Asia y posiblemente en Estados Unidos y Mongolia durante el Período Jurásico. Según algunos estudios realizados podrían tener filamentos ramificados similares a la de las aves.
Equipo internacional y responsables de la investigación, hicieron una publicación en Nature Ecology & Evolution, sobre el análisis de algunos restos que estaban en buen estado de conservación, y vivieron hace 160 millones de años, que fueron los encontrados en China.
Se planteó también la hipótesis de que sus estructuras pudieran tener funciones que garanticen a estos reptiles voladores algún aislamiento térmico y que tuvieran alguna sensibilidad al tacto, poder camuflarse y tener una mejor aerodinámica. Pero, ¿llegaríamos a tener estructuras compartidas con los dinosaurios y los pterosaurios?
En el Museo de Paleontología de Jinzhou, en el centro-oeste de China, se encuentran los restos de Sinomacrops bondei.
(Fuente: Revista Muy Interesante)
