La descripción que hizo el enviado de la Rusia zarista en su periplo diplomático por Europa es más que descriptiva cuando describió al rey de Francia, Luis XIV de la siguiente manera: “su olor es más sucio que el de un animal salvaje”.

Para los europeos bañarse era concederle al cuerpo un lugar por encima del alma o espíritu que lo habitaba, por esta razón, tenían un olor insoportable a suciedad.

Durante la Edad Media Bañarse era un signo de infidelidad y pecado

Pero los rusos no se quedaban atrás, estos fueron descritos por el viajero Ahmed Ibn Fadlan: “Lo más sucio de la creación de Dios no debe ser liberado de orina o heces” al ver al zar ruso Pedro el Grande orinar contra la pared del palacio en presencia de personas.

La reina Isabel, la primera en desatar la guerra a los musulmanes en Andalucía, solo se duchó dos veces en su vida y se encargó de destruir los baños andaluces que encontró a su paso (esto no consta históricamente, es parte de la tradición oral).

Durante la Edad Media Bañarse era un signo de infidelidad y pecado

Para los de esa época era muestra viva de los herejes dando más importancia al cuerpo que al espíritu. El rey Felipe II prohibió bañarse en el país y su hija Isabel juró no cambiarse de ropa interior hasta el final del asedio de la ciudad, asedio que duró tres años y medio.

Los perfumes franceses, se hicieron famosos, y surgió para abrumar el olor apestoso de la
nobleza.

“Los europeos le debemos a los árabes obtener las maneras del bienestar en nuestra vida pública”, lo dice el historiador francés Drebar, ya que las enfermedades que esta inmundicia acarreaba solo se empezó a superar con los hábitos árabes.

Los musulmanes nos enseñaron cómo mantener limpios nuestros cuerpos. Los musulmanes visten ropas brillantes y limpias que algunos incluso los decoraban con piedras preciosas como esmeraldas, rubíes y corales, y se sabía que Córdoba abundaba en los buenos olores con sus trescientos baños, mientras que las iglesias europeas veían el baño como un instrumento de incredulidad y pecado.

Como un dato interesante hay que consignar que el nombre del cuarto de baño en inglés se atribuye a la glorificación de la memoria del musulmán indio Muhammad Bath,quien les enseñó cómo era la ducha y la higiene corporal de los ingleses.