Es la variedad de chocolate con mayor contenido de cacao, lo que lo convierte en el chocolate que brinda más beneficios para la salud.
El chocolate comúnmente viene en tres variedades: negro, blanco y con leche, con el cacao en polvo contribuyendo a su coloración marrón. Aunque también existe el chocolate rosado, que se obtiene a partir del cacao ruby.
El chocolate amargo es en realidad el chocolate negro, pero con un contenido de cacao superior que puede ser superior al 50% usual. Punto en el cual, el sabor amargo del cacao empieza a ser más perceptible, al tener una menor cantidad de azúcar.
Beneficios del chocolate amargo
Mejora el flujo sanguíneo
De acuerdo con un estudio de Archives of Biochemistry and Biophysics, los compuestos del chocolate amargo incentivan la producción de óxido nítrico en los vasos sanguíneos. Como consecuencia, las arterias se relajan, facilitan el flujo de sangre y disminuye la presión arterial.
Reduce el colesterol
Además de sus efectos vasodilatadores, también regula los niveles de colesterol en sangre, como demostró una investigación de The Journal of Nutrition. Los resultados demostraron que el cacao contiene este alimento, previene la oxidación del colesterol LDL (malo).
Disminuye el riesgo de diabetes
En otra publicación de The Journal of Nutrition, se determinó que el chocolate amargo disminuye la resistencia a la insulina, un factor ligado a la diabetes tipo 2 y a los problemas cardiovasculares .
Protege la piel
Protege tu piel contra los rayos UV del sol, mejora el flujo sanguíneo en el tejido cutáneo, aumenta su grosor y le dan una apariencia hidratada.
Este es un beneficio que comparte con uno de sus precursores, la manteca de cacao. Comúnmente encontrada como ingrediente en labiales para prevenir la resequedad.
Estimula las funciones cerebrales
La revista médica Hypertension encontró que el cacao del chocolate amargo favorece las funciones cognitivas en adultos mayores con deterioro mental. También mejora la fluidez verbal, estimula la memoria a largo plazo y previene las enfermedades degenerativas como el Alzheimer y el Parkinson, de acuerdo con Antioxidants & Redox Signaling.
