Es un emblemático hotel, ícono de la arquitectura venezolana gracias a su diseño modernista para la época, ya que su construcción comenzó un 16 de mayo del año 1956, con un equipo de trabajo de 600 personas. Se encuentra ubicado en la cima del Cerro Ávila, en Caracas, Venezuela. Fue construido en 199 días de los 200 que tenían dispuestos por el entonces gobierno del General, Marcos Pérez Jiménez.
Las características de este hotel es que fue una construcción con propósitos de ser un espacio estratégico militar según algunos historiadores, ya que en caso de que sucediera algún colapso en la ciudad, pudieran ser movilizados alrededor de 800 soldados, debido a que las vías para entrar a Caracas era por medio de los viaductos. De esta manera, según el pensamiento del General era facilitar el paso de la tropa y que se redujeran las horas a través del teleférico que es el medio utilizado para subir hasta donde esta el hotel. Sin embargo, esto nunca llegó a funcionar como un hotel al servicio de militares, pero sí llegaron a realizarse eventos civiles muy importantes de entretenimiento.
La construcción del Hotel Humboldt tenía el plan de poder unir a Caracas con el litoral a través de este complejo turístico y recreativo, que incluiría al teleférico como medio de transporte para poder subir a la edificación que contaba con una altura de 2,140 metros sobre el nivel del mar.
En el gobierno del General Marcos Pérez Jiménez, colocó al mando de este proyecto y de los ingenieros a Gustavo Larrazabal y Oscar Urreiztieta con la compañía venezolana ENECA. El diseño original del hotel y de la estación Ávila fueron del arquitecto Tomás José Sanabria, con un magíster de Arquitectura de Harvard (EU), arquitectos formados en el exterior y que fueron los impulsores de un estilo internacional.
¿Cómo es el hotel?
El complejo es una torre cilíndrica de 19 pisos con 70 habitaciones y un bar con vistas panorámicas de 360 grados, adosadas a un cuerpo destinado a áreas sociales, de entretenimiento y servicios. Tiene además, una pista de hielo, alojada bajo una serie de cubiertas abovedadas y prismáticas, su fachada de cristal y aluminio se utilizó para ayudar al calentamiento de la edificación, la misma permitía que se pudiera efectuar el mantenimiento rutinario para la limpieza desde adentro por medio de ventanales basculantes.
Su estreno para el Poder Ejecutivo se hizo el 11 de diciembre de 1956 y su inauguración fue para el 29 de diciembre del mismo año. Fue el General Pérez Jiménez quien lo llamó hostería de la cota 2000. Tuvo poco tiempo de que funcionara desde 1957 a 1961 debido a la paralización del teleférico del litoral, que estuvo así hasta 1967.
La concesión fue dada a la cadena hotelera Sheraton en 1965, pero las continuas reformas en su diseño implicó perdidas de dinero por parte de la administradora que prestaría el hotel, por lo que el proyecto fracasó y fue una de las razones de su cierre, con un categoría de cinco estrellas.
Este hotel era visible desde gran parte de Caracas cuando las nubes no lo impedían, y solo llegó a operar durante cuatro años. Su arquitecto principal ideó el proyecto de un hotel que estuviera dentro de una zona declarada Parque Nacional.
Con la caída del régimen del General Marcos Pérez, el 23 de enero de 1958, llegó la democracia y de alguna manera se asoció el hotel con la figura del dictador, por lo que fue quedando en el abandono, a pesar de haber sido construido en un gobierno militarizado. Fue una obra de gran éxito, sin embargo, los demócratas decidieron castigarlo. “Pareciera que resultó más económico cerrarlo que ponerlo en funcionamiento”, fue el comentario de Rómulo Betancourt, quien fuera el presidente de la entonces estrenada democracia.
Para muchas cadenas hoteleras muy reconocidas a nivel mundial, el hotel dejó de ser un atractivo de inversión ya que por estar condicionado al funcionamiento del teleférico, el único medio para llegar a él, lo hizo poco rentable. El edificio fue utilizado como una escuela de hostelería y se tuvo la idea de utilizarlo como casino.
Leyendas urbanas
Se habla de leyendas urbanas del hotel, algunos huéspedes llegaron a comentar que habían sido testigos de extraños ruidos, pisadas y lamentos, esto al parecer viene del siglo XX. Y es que el edificio es tan peculiar en sí, que hablan sobre el General, quien acostumbraba a llevar a su amante a una de las habitaciones del hotel. Cuando ellos disfrutaban de su estancia, la esposa del Pérez Jiménez se presentó en la recepción vociferando, al saber que su esposo se encontraba ahí.
Pero los empleados del hotel tenían instrucciones estrictas de encubrir al General, y fueron dos de ellos a toda prisa a avisarle que su esposa había llegado. La amante se habría levantado rápidamente. Fue justo al salir ella a la terraza cuando su esposa entró furiosa a la habitación, y alcanzó a verla, salió al balcón a enfrentarse. Entre los gritos y empujones, la amante cayó por el barandal y se impactó contra el suelo muriendo en el acto.
Otros huéspedes comentaron que veían a una muchacha deambulando a la mitad de la noche, sobre todo en la habitación donde sucedió el incidente, incluso llegaron a afirmar que la veían caerse por el barandal.
Debido a que en este tipo de construcciones suelen suceder accidentes, empleados del hotel decían sentir presencias de espíritus, y que se escuchaban los sonidos de trabajadores que murieron en dicha construcción, en la que alguna sombra extraña de uno de los cuidadores aparecía.
También se habla de una de las cabinas del teleférico, del tramo del litoral, en el 2003, cuando uno de los pobladores de un lugar muy famoso llamado San José de Galipan en donde se cultivaban flores, salió temprano hacia la Guaira pero cuando miró hacia la montaña le llamó la atención algo diferente cerca de la estación Loma de Caballo. El hombre se percató de una cabina con 24 personas (antigua cabina del sistema) que estaba en medio soportada por el antiguo sistema de guayas, y que el día anterior no estaba ahí.
Este Hotel lleva el nombre del naturalista alemán, Alejandro von Humboldt (1769-1859) quien además de sus múltiples expediciones a nuestra geografía nacional, recorrió las montañas y dejó por escrito sus observaciones. Era un polímata, geógrafo, astrónomo, humanista y explorador prusiano, hermano menor del lingüista y ministro Wilhelm von Humboldt.
