Su nombre es viscum album, pero comúnmente es llamado muérdago blanco, liga o visco. Es una planta semiparásita que pertenece a la familia de las santaláceas, con orígenes en Europa, Asia occidental y meridional, así como en América.

El muérdago era sagrado para los ‘druidas’ (sacerdotes celtas, que todo lo relacionaban con las aventuras de Astérix o con las piedras de Stonehenge), se le atribuía el poder de proteger y curar de forma mágica. Esta planta sagrada, que para los poetas es oro, en la cultura nórdica es vista como una especie de dardos mortales, de esos tantos mitos que existen en esta cultura, como en muchas otras alrededor del mundo, se llega a usar también como mensajeras de buenas intenciones.

Antiguas tradiciones y ceremonias

Es una ‘planta mágica’, que según las creencias es protectora frente a cualquier hechizo y maleficio, tiene propiedades curativas de regenerar, y es considerada como una rama que está descrita por la cultura de dar felicidad. De igual manera con la suerte; es por ello que suele colocarse en las puertas y ventanas como parte de tradiciones que vienen de la antigüedad con la finalidad de que no entre ningún tipo de espíritu maligno.

En ciertos países suelen colocar en sus paqueterías de ocasiones festivas un detalle de esta rama, y con esto expresar sus buenos deseos a la persona agasajada; de igual manera solía colocarse en algún lugar de la casa en Noche Buena, con la finalidad de que cualquier joven casamentera le fuera dado un beso debajo de ella, como señal de que pronto se casaría.

El místico y famoso muérdago

Los galeses tienen un dicho popular: “si no hay muérdago, no hay suerte”, y se relaciona a la abundancia o escasez de sus cosechas en el año, según la cantidad de muérdago que se encuentre en el bosque.

A la ‘planta mágica’ se le llegaron a dar numerosas propiedades curativas en la antigüedad, pero fueron los italianos quienes la relacionaron con poderes para el amor, consideraban que sus mitos fueron más allá de toda veracidad.

Durante el siglo pasado Rudolf Steiner propuso el uso del extracto del muérdago europeo, que florece de noviembre a enero (lo cual es opuesto a lo natural), al detectar que tenía un principio anticancerígeno, como parte de terapia contra esa enfermedad. En la actualidad, existe un fármaco llamado Iscador, que es extraído del muérdago en Alemania, esta rama presenta un tipo de bayas blancas rosáceas con la cual se fabrican ungüentos medicinales.

El místico y famoso muérdago

En países como Suiza y Alemania es empleada como tónico general para aquellas personas que no están enfermas; pero en España es suministrada desde hace una década complementariamente para pacientes con cáncer. Claro está que no es la cura de esta enfermedad, pero sí ha sido de mucha ayuda.

Para la doctora Natalia Eres, quien lleva 10 años trabajando con el muérdago en la clínica Khuab de Barcelona, ha probado científicamente el poder antitumoral, ya que induce al suicidio de las células tumorales, aumentando así las defensas para la contención del cáncer. Se ha empleado para que sea menos invasivo el tratamiento para el cáncer, el cual lleva por nombre (oncología integrativa), ésta alternativa trae mejoras en la alimentación de los pacientes, y les devuelve el apetito, regula el sueño, refuerza el metabolismo, estimula el sistema inmune y logra a su vez equilibrar su temperatura corporal.

Hay que recalcar que el muérdago tiene propiedades diferentes dependiendo del lugar donde se adhiera, ya que es una planta parasitaria, y esto puede variar, porque no tendrá las mismas propiedades si viene de un árbol de manzano, un fresno, roble o pino.

Como cualquier tratamiento alterno, esto no quiere decir que se deba suministrar sin la consulta de un médico especialista. Estar bajo la supervisión de los profesionales en el tema nos dará mejores resultados sin poner en riesgo nuestra salud.