Seguramente has tenido noches en las que sin motivo alguno no logras conciliar el sueño, y es posible que todo sea a causa del estilo de vida que estemos llevando, el sedentarismo, las preocupaciones diarias, tanto del trabajo como las familiares y nos generan estrés, así como los viajes y compromisos, el malcomer, y aquellos malos hábitos antes de ir a la cama, serían algunos factores problema a la hora de dormir.

Y es que existen momentos en los que conciliar un sueño reparador nos cuesta más de lo que quisiéramos, y a esto se le conoce como insomnio. El insomnio se define como la disminución en la cantidad y la calidad de las horas de sueño o la tardanza excesiva al iniciar el mismo, también puede hacer que te despiertes demasiado temprano y no puedas volver a dormirte. Es posible que sigas sintiéndote cansado cuando te despiertes, y peor aún, no solo puede minar tu energía y estado de ánimo, sino que también puede afectar tu salud, desempeño laboral y calidad de vida. La capacidad reparadora que nos da el dormir bien, no es sobre la cantidad de horas, sino la calidad de esta.

El terrible insomnio…

Lo que nos interesa es el resultado, así sean pocas las horas pero que sean de calidad; si con pocas horas no sentimos cansancio y podemos ver buenos resultados en lo físico y mental, entonces no sería prudente exigirnos un horario determinado para dormir, sino adaptarse a él y aceptarlo como eficaz. Sin embargo, en el caso que hemos dormido poco y al día siguiente estamos cansados es que el insomnio está alterando el rendimiento de nuestra calidad de vida. Como ya lo mencionamos, las causas pueden ser múltiples y varían, una de las más asociadas es la personalidad y el régimen de vida.

Entre muchos aspectos emocionales, como lo son la ansiedad, las preocupaciones cotidianas, el miedo y la depresión, estas son muy frecuentes de causar insomnio. Además tenemos que mencionar la soledad, la tristeza, así como la melancolía, son situaciones que alteran el ritmo del sueño y favorecen la aparición de este trastorno.

¿Cómo evoluciona?

El terrible insomnio…

Puede ser de manera progresiva, comenzando por dormir mal poco a poco, que en un principio da lugar a la ansiedad y cada día se hace más difícil. El sueño se hace cada vez más escaso y de menor calidad, terminamos durmiendo más tarde y agotados por no haber dormido, con alteraciones en el transcurso del día sin poder concentrarnos, y dificultad para prestar atención, pueden aparecer cambios de comportamiento.

Más de un 40% de la población sana puede padecer de insomnio, es más frecuente en edades avanzadas en mujeres y pacientes con enfermedades psíquicas. Puede tener un inicio agudo a causa del estrés, temor o ansiedad, y puede hacerse crónico en la mitad de los casos.

¿Qué hacer para evitar el insomnio?

Algunos de los consejos para dormir mejor serían:

El terrible insomnio…
  • Primero, conocer las causas y buscar un remedio.
  • Ejercicios de relajación, como el silencio, la lectura y mantener un ambiente oscuro.
  • Olvidar las tensiones y las actividades diarias a la hora de ir a la cama.
  • Realizar actividad física durante el día, y siempre que se pueda, que sea lejos de la hora de dormir.
  • Evitar tener actividad con dispositivos móviles una vez acostados.
  • Cenar temprano de una forma ligera, de preferencia alimentos ricos en triptófano, y puedes beber una copa de vino tinto, evitando aquellas bebidas estimulantes.
  • Controlar la temperatura de la habitación, luces y ruido, y un buen colchón son en ocasiones importantes.

Así como hay alimentos que ayudan a conciliar el sueño, también existen pastillas, sin embargo, debemos tener prudencia al tomar algún medicamento para dormir, ya que muchos de ellos crean dependencia, y siempre deben ser recetados y supervisados por un médico.